Comamos, bebamos y ahorremos que el futuro de las pensiones en España es incierto

Reunión de jubilados.
Reunión de jubilados.

El PIB per cápita real en 2014 se situó en 24.100 euros, un nivel similar al que existía en 2003, cuando la renta per cápita estaba en 24.162 euros.

Comamos, bebamos y ahorremos que el futuro de las pensiones en España es incierto

El PIB per cápita real en 2014 se situó en 24.100 euros, un nivel similar al que existía en 2003, cuando la renta per cápita estaba en 24.162 euros.

No va de película, es totalmente real: somos un país de viejos, lideramos el ranking junto a Japón y Eslovenia, según el último informe de Estado de la Población Mundial de Naciones Unidas. Así que como voy a cumplir años se me ha dado por pensar en cómo ahorrar por si supero a mi abuelo, que murió con 105. Hablemos del ahorro a pesar de que España aún no termina de recuperarse del letargo económico y las huellas de la recesión.

Que vamos mejor macroeconómicamente hablando no hay duda, sin embargo, el paro sigue castigando a las familias. Con más de un 21% de parados (más de cuatro millones de personas) y, con el nivel de empleo que ha retrocedido hasta registros desconocidos en 40 años, para hablar del ahorro no sé por dónde es mejor empezar.

Analizando estadísticas, según el Banco de España en la última revisión de la contabilidad nacional, el PIB per cápita real en 2014 se situó en 24.100 euros. Un nivel similar al que existía en 2003, cuando la renta per cápita estaba en 24.162 euros. Lejos, en todo caso, de los 26.072 registrados en 2007, que marca el punto álgido de la serie histórica.

Más datos que se me ocurren para situarme: La tasa de ahorro de los hogares e instituciones sin fines de lucro se situó en el 15,2% de su renta disponible en el segundo trimestre del año tras descender seis décimas respecto al mismo periodo de 2014, De esta forma, el ahorro bruto de las familias españolas alcanzó los 28.590 millones de euros en el segundo trimestre, frente a los 30.143 millones de euros del mismo trimestre de 2014.

A pesar del estancamiento del empleo en las últimas cuatro décadas y el frenazo de la renta per cápita, es posible ahorrar y no morir en el intento. Por supuesto, hay que saber cómo y dónde, tener el control de la inversión. Esa es la primera lección que deberíamos aprender en un entorno económico complejo en el que la escasez de cultura financiera también ha sido un quebradero de cabeza para los inversores, especialmente los minoritarios.

No quiero hablar de rescates ni del caos ocasionado por la falta de control de productos financieros y sus consecuencias en España. Eso es agua pasada…solo quiero hacer una reflexión en voz alta sobre el ahorro después de conocer las últimas medidas del Gobierno en favor de los inversores: un semáforo para clasificar el tipo de productos que podemos contratar y un tirón de orejas de la CNMV a esas gestoras que se pasan de listas publicitando sus productos con base en rentabilidades pasadas, que como bien sabemos por más gestores brillantes que tengan, no aseguran ganancias futuras.

Llama la atención que productos muy complejos no hayan sido reglamentados 

 

Pero, STOP! no todos los activos  del semáforo contarán con la advertencia para clasificarlos rojo, rojísimos.  Llama la atención que productos muy complejos, como son aquellos que incluyen derivados, no han sido objeto de reglamentación en cuanto al riesgo incorporado.  Cierto es que con la llegada de futura reglamentación la MiFiD y MiFIR, lo tendrá que incorporar, pero creo que hasta la transposición de la directriz se podría haber incorporado.  

Y como os invitaba a hablar de ahorro, el escenario es ¿dónde estamos?

En mi búsqueda temática de soluciones para ahorrar desde el pasado 31 de octubre, declarado Día Mundial del Ahorro, he topado con el Observatorio del Ahorro IEB-Inversión que ha publicado recientemente un informe digno de seguimiento para cualquier ciudadano del mundo que - como yo - quiera tener unos ahorrillos a buen recaudo por si la pirámide invertida en este país de mayores hace la pensión muy residual. El título del estudio ya invita: “Nueva hoja de ruta para el Ahorro: Retos y Propuestas”. En éste, el centro de formación financiera, auspiciado por gestoras bien reconocidas  (BBVA Asset Management, JP Morgan Asset Management, M&G Investment, Mirabaud y Schroders), presentan un profundo análisis del ahorro en España comparado con otros países europeos y, lo más importante explican distintos productos en el entorno actual, una clave sin duda de gran valor: formación e información para entender, conocer y controlar nuestros ahorros.

Según destaca el estudio “el ahorrador medio español tiene un horizonte temporal cortoplacista y tiende a buscar la máxima seguridad para sus inversiones”.  Asimismo, señala que el ahorro de las familias españolas respecto a la media europea muestra una inversión muy inferior en Planes de Pensiones y Seguros (16,5% frente al 38% en Europa); muy superior en depósitos (46,8% frente al 33,2% europeo) y un menor peso en Fondos de Inversión y acciones cotizadas (16,4% frente al 19,4% europeo). Ello puede sin duda deberse al desconocimiento de los productos y falta de confianza hacia las entidades que gestionan nuestros dineros,  siendo totalmente subjetiva.

Planificar y ahorrar
Sergio Miguez, profesor del citado estudio de IEB, explica que el cortoplacismo en la inversión y el predominio de la inversión en activos inmobiliarios han supuesto las dos principales trabas para que los ahorradores españoles lograran la mejor rentabilidad para sus ahorros y, claro ratifica lo que todos sabemos “con el alto nivel de endeudamiento del país, los cambios en la pirámide demográfica y las dificultades en el mercado laboral, no hay más opción que la de reforzar el ahorro privado”.  Nos invita a planificar y a ahorrar con una visión a largo plazo.
Yo no soy ninguna experta en la materia. Solo quiero poner algún dinero a buen recaudo y me han parecido serias las propuestas del Centro de Formación que explica las distintas fórmulas de ahorro. Así que antes de poner el “fin de la cita” os recomiendo echarle un vistazo a las propuestas y la nueva hoja de ruta del IEB para no perdernos en el intento, sin descartar la ayuda de un planificador financiero y exigir la mayor información y transparencia de las entidades a las que contratemos nuestros productos: http://goo.gl/X46jwn
En todo caso las salvedades encontradlas vosotros mismos, cada uno debe controlar sus ahorros. Para ello, hay que aprender a desgranar el grano y la paja.

 

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