La ampliación de capital de PSA da entrada al fabricante chino Dongfeng y al Estado francés

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Se abre una nueva era en el grupo PSA.

La matriz de las marcas Citroen y Peugeot aprueba una ampliación de capital de 3.000 millones de € para mantener la expansión y el desarrollo de nuevos modelos.

La ampliación de capital de PSA da entrada al fabricante chino Dongfeng y al Estado francés

La fuerte caída de ventas en el mercado europeo ha lastrado al grupo PSA durante los últimos años, hasta el extremo de poner en compromiso la viabilidad del grupo. Sólo el ejercicio 2012 arrojaba unas pérdidas de 5.000 millones de €, motivo por el cual desde el consejo de vigilancia se vienen tomando medidas paliativas que no han sido suficientes. Así, desde el año 2011 vendió la empresa de logística Gefco y la de alquiler Atessa, así como otras participaciones industriales, mientras que en 2012 el Estado galo avaló a su filial financiera por una cuantía de 7.000 millones de €.

En 2012 el camino parecía allanarse merced a un acuerdo de colaboración industrial con General Motors para el desarrollo de plataformas comunes. Dicho acuerdo se certificó con la adquisición de un 7% de las acciones de PSA a favor del gigante de Detroit. Sin embargo, a la vista de los resultados era necesaria una inyección mayor de capital, a la que los americanos, que ya cuentan con bastantes frentes propios, no estaban dispuestos a llegar. Así, para que unos entren otros deben salir, por tanto el 12 de diciembre General Motors anunció la venta de su parte en PSA para facilitar el camino a la entrada de otro socio industrial. Al mismo tiempo certificó que se mantendrán los acuerdos industriales anunciados, merced a los cuales compartirán desarrollo en los monovolúmenes del segmento B y C y los comerciales ligeros.

Reparto de poder

El consejo de administración de PSA cifró en 3.000 millones de € el capital necesario para oxigenar los balances de la compañía y poder continuar la política de expansión y comercialización de nuevos modelos. El grupo PSA ha sido controlado desde los inicios de Peugeot en 1896, por los descendientes del fundador que acumulaban un 38% de los votos del consejo. Desde el anuncio de la ampliación de capital se ha especulado con tensiones dentro de la familia Peugeot que preferiría emitir las acciones al público en lugar de concentrarlas en grupos inversores. Al mismo tiempo el fabricante chino Dongfeng, con el que mantienen 4 fábricas en China a través de una “joint venture”, se mostraba favorable a entrar en el capital con fuerza. Finalmente la fórmula aprobada ha sido la de admitir al Estado francés y a Dongfeng como accionistas de referencia, dándoles preferencia sobre 1.500 millones de €, que se repartirán a partes iguales, dejando el resto a una emisión pública.

El futuro está en China

Dongfeng es el mayor fabricante de automóviles de China, pese a que la mayor parte de su fabricación corresponde a modelos para terceros. Y es que las leyes chinas no permiten a fabricantes extranjeros establecer sus fábricas en China a menos que cuenten con socios locales.  Así, las 4 fábricas del grupo PSA en China están participadas por Dongfeng, que también fabrica para Kia, Nissan, Honda, Hyundai o Cummings. Con 557.000 unidades vendidas en 2013, el mercado chino es el segundo en importancia para PSA, tras Francia, con la particularidad de que en 2013 ha obtenido un incremento del 26,1% de las ventas.

La entrada del Estado francés es bastante esclarecedora, ya que han anunciado su intención de igualar el capital que adquiera Dongfeng. Los intereses son bastante claros, por un lado supervisar el aval de 7.000 millones de € concedido en 2012 a la filial financiera. El otro punto es mantener la “nacionalidad” francesa de PSA, ya que se da por hecho una posible alianza con la familia Peugeot con el objetivo de evitar la deslocalización y mantener el empleo.

 La siguiente partida se juega con el reparto de los segundos 1.500 millones de la ampliación, que estarán abiertos a los accionistas y a nuevos inversores. Se rumorea que la familia Peugeot aprovechará esta posibilidad para aumentar su participación en el grupo. Mientras tanto en la bolsa de París los inversores no han recibido la noticia con mucho entusiasmo, castigando las acciones con un descenso de un 11,1%.

Futuro

Para el grupo PSA esta inyección de capital supone una muy buena noticia, y es que pese a la crudeza de las cifras, el futuro del grupo se presenta algo más favorable. En 2013 han vendido 2,8 millones de vehículos, muy lejos de los 3,6 millones de 2010, fruto del desplome de las ventas en Europa. Al mismo tiempo han aumentado el porcentaje de ventas fuera de la UE, alcanzando ya un 42% de la producción y con el objetivo de llegar al 50% en 2015. Además pese a que el descenso en 2013 en Europa ha sido de un 7,3%, el año ha sido irregular, de menos a más, debido al lanzamiento de nuevos modelos. Sirva como referencia que el cuarto trimestre se ha cerrado con un incremento de un 4% de las ventas.

En el mercado español con 71.000 vehículos, el aumento ha sido de un 5,3% en 2013 y se prevé un incremento de un 14% para 2014. Si hacemos un poco de memoria en el año 2007 (su mejor año) el grupo PSA vendía en España 275.000 unidades, siendo el Citroen C4 el líder con 72.000 matriculaciones, algo que a día de hoy no consigue todo el grupo. Por mucho que hayan mejorado las exportaciones es muy complicado absorber este desplome en tan poco tiempo, por lo que parece razonable pensar que necesitarán que el mercado interior mejore para consolidar las cuentas de resultados.

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