La resistencia a las demandas de EE UU retrasa las negociaciones del TLCAN

Países que forman parte del TLCAN. / youtube.com
Países que forman parte del TLCAN. / youtube.com

La quinta ronda de renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte continúa en la Ciudad de México en medio de controversias y demoras. 

La resistencia a las demandas de EE UU retrasa las negociaciones del TLCAN

La quinta ronda de renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) continúa llevándose a cabo en la Ciudad de México en medio de numerosas controversias y distintas demoras, ya que México y Canadá han rechazado la propuesta de los Estados Unidos de endurecer las normas relacionadas con el origen de los productos del mercado de automóviles.

La administración del presidente Donald Trump desearía que la mitad de todas las autopartes construidas en América del Norte se produzcan en los Estados Unidos, y que los requisitos de productos para las regiones locales aumenten al menos en un 85 por ciento, lo que representaría un gran aumento frente al 62 por ciento actual.

Tanto los negociadores canadienses como los mexicanos se mostraron en contra de esta propuesta, ya que afectaría directamente la fabricación de esos productos en cada país. Algunas organizaciones empresariales en México describieron la propuesta de los Estados Unidos como "insana". Trump continúa amenazando con una salida del TLCAN si no se realizan reformas profundas a la regulación del comercio y la fabricación automotriz, pues el presidente considera que las reglas actuales han perjudicado a los trabajadores estadounidenses.

El ritmo de la renegociación se ralentizó en la cuarta ronda, debido a las propuestas de línea dura hechas por los Estados Unidos que fueron rechazadas por México y Canadá. Y la realidad es que no ha habido avances en las partes polémicas, ni parece que vaya a haberlos en el futuro cercano. Ante la incertidumbre que rodea la amenaza constante de Trump de retirarse del TLCAN, las monedas de México y Canadá han empezado a debilitarse.

No son solo las contrapartes políticas y los negociadores de Trump quienes presionan las conversaciones, sino también los propietarios de muchos de los negocios domésticos que no quieren que las demandas sean tan drásticas como para provocar una pérdida de empleos.@mundiario 

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