Un escandaloso gol ilegal del Real Madrid evita que el Barcelona gane la Liga

Gol de Benzema. / Twitter
Gol de Benzema en 'dudoso' fuera de juego. / Twitter

Cacos, chorizos, amigos de lo ajeno... El Real Madrid y sus adláteres han vuelto a robar otra bola de partido y llegan a la última jornada con posibilidades de alzar el título.

Un escandaloso gol ilegal del Real Madrid evita que el Barcelona gane la Liga

Se puede acusar a Simeone de antideportivo o de amarrategui. Se le puede echar en cara que haga trampas, que vaya de víctima, o que le sacuda a sus subordinados. Se le puede criticar que a su tan manido “partido a partido” siempre le falte un partido e incluso una probada cobardía en el verde.

Pero nadie, ni el más anti-atlético de los madridistas, ni el más sectario de los culés, puede negar al Cholo su encomiable arrojo a la hora de salir en rueda de prensa a vocear al mundo lo que el mundo ya sabía pero no se atrevía a decir: que la Liga estaba, está, y estará “peligrosamente preparada para el Real Madrid”, como ha quedado hoy nuevamente patente tanto en el Camp Nou, como en el Santiago Bernabéu dónde de manera perfectamente sincronizada, como un sorteo cualquiera de Champions, la mafia del fútbol ha entregado al ejército del Visir de Chamartín otro partido para salvar su pésima temporada.

En el derbi barcelonés todo discurrió como estaba planeado hasta que Messi rompió el empate inicial con un libre directo marca de la casa. Hasta ese momento, gol legal anulado al Barcelona, expulsiones varias perdonadas y algún que otro penalty fueron los obstáculos que tuvo que saltar en once de Luis Enrique para llegar a los Cármenes con posibilidades de ganar el campeonato ante un Granada que saldrá primado hasta las cejas. Gil Manzano, lamentable, fue el compañero de viaje perfecto de la violencia perica, que muy a nuestro pesar, tendremos que presenciar un año más en la máxima categoría del fútbol nacional salvo que Consuelo Madrigal tome partido en el asunto.

Y en los cuarteles del Visirato, el doce de Zinedine Zidane, encabezado por Fernández Borbalán se robó con descaro su derecho a llegar vivo a la última jornada del campeonato tras atracar al Valencia con un gol en doble fuera de juego de Benzema - en el que puede ser uno de sus últimos delitos antes de entrar en prisión - y la expulsión de Rodrigo de manera casi consecutiva al gol de André Gomes que los metía en el partido. Para más recochineo, el Madrid exhibió ante su desatada afición, a su carnicero de cabecera de la última década, Álvaro Arbeloa, que jugaba su último partido en el Santiago Bernabéu, para continuar su carrera posiblemente en Getafe o Cornellá.

Y así, robo tras robo, como si de una banda cualquiera se tratase, los blancos se colocan en la última jornada del campeonato con posibilidades de levantar el título con la única duda de si será Undiano, Mateu, o ambos, los colaboradores necesarios en la enésima tentativa de robo con agravantes de las que medio mundo será testigo en apenas una semana.

La lista de damnificados de los blancos es como siempre amplia: el Barcelona, que debería tener hoy otra liga más en su museo sin tener que jugarse los cuartos en Granada; el Cádiz, que desde que los denunció por intentar hacer trampas en la Copa del Rey ha recibido los arbitrajes más sibilinos que se han visto en la Segunda División B, y el Atleti de Simeone, que poco acostumbrado a ser valiente, como el delantero que defiende dentro del área, ha puesto a su empresa - que es como la llamaré hasta que empiece a jugar al fútbol - en una situación muy comprometida de cara a la final de la Champions, donde el árbitro que seleccione Florentino le recordará, una a una, las palabras de su rueda de prensa. @SirDanielC

> Este artículo también ha sido publicado en la web del autor www.bloggol.es

 

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