El Bayern consigue “la orejona” y se convierte en el mejor equipo de la temporada

El fútbol alemán ha demostrado su poderío clasificando a Bayern y Borussia para disputar la final de la Champions League, proclamándose campeón al equipo de Heynckes tras un gran partido.
El Bayern consigue “la orejona” y se convierte en el mejor equipo de la temporada

Wembley StadiumWembley, escenario de la final de la Champions League / brent flanders via Compfight

En la final de la Champions League disputada en Wembley, el Bayern de Munich derrotó al Borussia Dortmund, tras un partido disputadísimo, consiguiendo por quinta vez el título más deseado del fútbol europeo. En este partido se comprobó el salto que ha dado el fútbol alemán, lo que convertirá a su selección en una de las favoritas en la próxima Copa del Mundo que se disputará en Brasil en 2014.

Los equipos alemanes se presentaron en la gran final después de derrotar claramente en semifinales a sus dos rivales españoles. Así, un poderoso Bayern ninguneó y pasó por encima del Barça, al mismo tiempo que un sorprendente BVB despertó al Real Madrid del sueño de alcanzar la décima.

El equipo de Heynckes llegó a Londres como favorito, ya que venía de proclamarse campeón de la Bundesliga con una superioridad insultante y con la experiencia de haber disputado tres de las últimas cuatro finales de la Champions. Además contaba con su equipo titular al completo, ya que el problema de las bajas de Badstuber y Kroos lo habían solucionado en partidos anteriores.

Por su parte, el Borussia se presentó con la baja de Gözte, su mejor jugador, lo que limitó en parte sus opciones ofensivas. Pero su eje Gundogán, Reus y Lewandowski funcionó a la perfección y tuvieron al Bayern contra las cuerdas en muchos momentos del partido.

El duelo de banquillos fue de alto voltaje, y Heynckes y Kloop nos ofrecieron un duelo táctico apasionante, basándose ambos equipos en el poderío físico característico de todos los equipos alemanes, unido a la capacidad técnica de muchos de sus jugadores. La batalla en el centro del campo fue espectacular, con un Javi Martínez inmenso; y en las bandas plantearon una auténtica guerra de guerrillas, en la que no hubo ni vencedores ni vencidos.

Como en casi todas las finales, se intuía que el equipo que consiguiese adelantarse en el marcador tendría tres cuartos de título en el bolsillo. Durante la primera media hora el equipo de Dortmund tuvo varias ocasiones que Neuer consiguió abortar, y el Bayern fue sacudiéndose el dominio. En la segunda parte disfrutamos de un partido de ida y vuelta, con dos equipos atacando y generando peligro en ambas áreas. Al final, un gol de Robben en los últimos instantes dio la orejona al equipo muniqués.

La final de la Champions League se ha convertido en uno de los acontecimientos deportivos más importantes del mundo, con un seguimiento espectacular tanto en directo como a través de las televisiones, internet y las redes sociales. Y como muestra, valen estos dos ejemplos: por una lado, cada equipo tenía a su disposición 25.000 entradas para sus aficionados y entre los dos recibieron más de 700.000 solicitudes, o sea, que hubiesen hecho falta diez estadios de Wembley para dar cabida a todos; y por otro, el partido generó en Twitter la publicación de 4,8 millones de tuits, lo que supuso cuadruplicar el número de tuits de la edición del año anterior.

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