¿Bale lo vale? ¿Puede un jugador de fútbol costar cantidades astronómicas?

El jugador Bale / football365.com
El jugador Gareth Bale / football365.com

El Real Madrid ficha a Gareth Bale. Ante la situación socioeconómica del país, ¿es lícito pagar casi 100 millones de euros por fichar a un jugador? Debate abierto.

¿Bale lo vale? ¿Puede un jugador de fútbol costar cantidades astronómicas?

Ya es oficial. Tras un verano en el que hemos oído mil veces que el fichaje del jugador del Tottenham, Gareth Bale estaba en su recta final (qué hartazgo de periodistas por cierto), finalmente se ha confirmado. El Real Madrid ha fichado al jugador galés por una cantidad que oscila entre los 91 y 101 millones de euros, según aseguran el Madrid y el Tottenham respectivamente. Esa es la noticia que se habrá encontrado usted en su periódico, en su programa de radio o en su noticiero televisivo. Regocíjese. Hoy no aparece la corrupción, ni el paro, ni guerras, ni ningún desastre en primera plana.

A partir de aquí llega la disyuntiva. ¿Es mucho dinero? La respuesta es dispar. Los aficionados —fundamentalmente merengues— aseguran que es mucho dinero, pero lo justifican aduciendo que es un dinero fácilmente recuperable por la mercadotecnia —marketing les gusta llamarlo a los posmodernos trasnochados— y por los títulos que va a lograr. Eso mismo dijeron de Kaká a quien ahora han regalado al A.C. Milan, ante la imposibilidad de mantenerlo más tiempo en la plantilla y tras demostrar que ha sido una auténtica ruina, tanto deportiva como económicamente. Por el contrario, los aficionados no madridistas —¿o debería decir antimadridistas?— afirman que es un dispendio inmoral. Por ese dinero se podría construir, por ejemplo, un gran hospital... ¿Quién tiene razón?

Como casi siempre en estos casos, todos y ninguno tienen razón. O por lo menos toda la razón. Yo, me reconozco muy futbolero, y fiel seguidor del Racing de Santander —equipo llamado a volver a la elite del fútbol internacional y escribir con letras de oro la historia del fútbol mundial—, pero hay que poner límites inmediatamente. El Madrid como entidad privada puede hacer lo que le venga en gana con su dinero, pero la sociedad no puede permitir que se paguen esas cantidades por un jugador de fútbol. Ya sé que el precio lo pone el mercado y que solo el necio confunde valor y precio, pero consentir estos disparates es una barbaridad intolerable. Con la actual situación social del país, plantar estas operaciones es, sencillamente, vergonzoso. Aún así, le deseo toda la suerte del mundo al jugador y le pediremos que ofrezca el espectáculo que presupone va a dar.

Piensen. Sean buenos.

 

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