Verano 1993, la mejor representante de España para los Óscar 2018
La ópera primera de Carla Simón fue seleccionada como la representante de España ante los premios de la Academia de Hollywood para optar por la estatuilla de Mejor Película de habla no inglesa y MUNDIARIO explica por qué es la mejor opción.
Verano 1993 es la ópera prima de la joven directora Carla Simón que la pasada semana fue seleccionada por la Academia para ser la representante de España para optar por el Óscar a Mejor Película de habla no inglesa. Si no has oído hablar de una de las cintas más interesantes, evocativas y hermosas del año, nosotros te damos las cuatro razones por las que Verano 1993 es la opción ideal para ser la representante de España:
1. Porque es dirigida por una mujer y es un debut perfecto
Carla Simón es la directora de la cinta que ha trastocado a todo el que ha ido a verla. Resulta interesante que Verano 1993 haya sido seleccionada como la cinta porque entre España, Italia y Francia, reunimos a los tres países que más veces ha ganado o ha sido nominado a los Óscar de Mejor Película extranjera, y no es ninguna sorpresa comprobar que entre todas esas nominaciones, ninguna de las películas fue dirigida por una mujer. En el caso de España, actualmente existe un 19% de paridad en el caso de la dirección de cine, un porcentaje muy bajo, que puede dejar de ser así, gracias a la nominación de una joven directora que soñó y lo logró.
A parte de lo anterior, Verano 1993 es una cinta independiente que contó con una Simón que parece ser muy persuasiva y buena negociadora. Por ser una cinta indie, contaba con poco presupuesto, pero la directora fue arriesgando y apostando, logrando recaudar cerca de un millón de euros. Hasta ahora, ha recaudado 600.000 euros en las salas españolas, pero con su nominación a los Óscar y su reestreno en salas internacionales, seguramente la cinta romperá barreras.
2. Es una buena película
La historia es atrayente, emocional sin ir a lo ridículamente dramático, es potente a pesar de ser una historia trillada por el cine, sencillamente nos encontramos con un producto cinematográfico muy bueno. Lo más interesante de todo, es que no es una historia de la vida contada por adultos, para nada, es una historia verdadera contada por una niña. Ya conocemos muchas de las formas en que los adultos afrontan las dificultades, pero ¿cómo lo hacen los niños? Ese es el punto de vista de Simón y resulta ser algo atípico y muy acertado.
3. El punto de vista infantil pero igual de maduro
Continuando con el punto anterior, es muy importante el retrato que nos muestra Simón de Frida, la protagonista de 6 años que pierde a sus padres trágicamente y que no es capaz de llorar ni de mostrar sus sentimientos. “Durante mucho tiempo me sentí como culpable por no haber llorado”, comentó la directora en una ocasión. Los niños también se cierran, sienten celos, odian, aman… pasan por toda la paleta de sentimientos y temen a ellos. Esto no los muestra Simón a través de su lente y genial vista, con ayuda de la actuación Laia Artigas, quien da vida Frida.
4. España y Cataluña
Es la segunda película rodada en catalán que la Academia elige para ser la representante de España. Con el tenso momento que está viviendo el país y el acercamiento del 1-O, es interesante apreciar esta cinta. En ella, los asistentes pueden obtener una vista de algo cercano y real; ven como todo el mundo habla catalán porque la cinta trascurre en la región, empezando en Badalona, para luego trasladarse hasta Ampurdán. Es muy emocionante apreciar el cómo la lengua no es un motivo de discusión o problemática, es sencillamente parte de una cultura, y la Academia ha visto esto, seleccionando a la mejor cinta, sin importar su lenguaje.
