¿Sabes quiénes son Las Sinsombrero?
«¿Quiénes son las Sinsombrero?», comienza cuestionando Tània Balló en la introducción de su libro “Las Sinsombrero”, editado por Espasa. Hasta hace unos días el desconocimiento me exculpaba de conocer sus nombres, tras la lectura del libro solo podré hacerlo cuando sus nombres caigan en mi olvido.
¿Cuántas hojas se necesitan para escribir la historia del panorama artístico español? ¿Cuántas hojas se necesitarían para escribir los nombres de todas las mujeres que han formado parte de él? «Tengo un libro de texto lleno de agujeros», sentencia Cristina Fallarás en “Libros llenos de agujeros”. Y de tal manera, puede analizarse nuestra historia, como esa imagen del libro lleno de agujeros, donde parte de la información está corroída y ha sido afectada por el paso del tiempo, el oxígeno y el agua que ha ido haciendo mella en el metal de nuestra historia. Durante los años veinte y treinta compartirían lugares comunes como la "Revista de Occidente", "La Gaceta Literaria", la Residencia de Estudiantes o el Lyceum Club Femenino, donde expondrían su participación cultural e intelectual.
Captura "Imprescindibles: Las Sinsombrero"
«El grupo del 27 es, sin lugar a dudas, el referente más importante y conocido de nuestra historia cultural», afirma, también, Tània Balló. Es más, concluye que «es sin duda el primer colectivo histórico del que hemos conversado un extenso archivo» y ni así, proveídos de un archivo tan amplio, conocemos los nombres de las mujeres que formaron parte de aquella generación tan relevante para España y con ello se reivindica el lugar de la mujer en la historia.
Ese simbólico nombre de “Las Sinsombrero” recrea una anécdota, una escena protagonizada por Maruja Mallo, Margarita Manso, Salvador Dalí, Federico García Lorca, en la Puerta del Sol, relatada por la propia Maruja Mallo. «Nos apedrearon llamándonos de todo […] ahhh, nos llamaron maricones por no llevar sombrero, se comprende que Madrid vio en eso como un gesto rebelde». Elvira Lindo nos lo aclara en “Las del 27” al afirmar que «Todavía hoy una mujer se ve obligada a quitarse el sombrero para ser alguien susceptible de ser recordado. Quitarse el sombrero, en 1927, era una actividad de riesgo». A día de hoy, la mujer se ve en la obligación de quitarse el sombrero para tener esa oportunidad de ser recordada si es capaz de traspasar la mera anécdota.
Portada libro "Las Sinsombrero"./ Espasa
El proyecto transmedia realizado por un equipo de profesionales como Tánia Balló, utiliza diversos formatos y plataformas para recuperar, divulgar y perpetuar la herencia artística de las mujeres olvidadas en la historia que conocemos acerca de la Generación del 27. Un proyecto que consta de un documental Interactivo, un documental TV, proyecto educativo, un wikiproyecto, una campaña en Facebook que descubre, cuenta y difunde la vida de estas mujeres, una exposición itinerante y el propio libro.
Portada disco "Las Sinsombrero". / Paco Damas.
Este es otro proyecto que intenta recuperar la visibilidad de la mujer luchando por la igualdad y la memoria de las mismas, el disco de Paco Damas llamado “Las Sinsombrero”. El cantautor andaluz musicaliza la poesía de las grandes olvidadas de la conocida Generación del 27. Un disco en el que cuenta con la colaboración de Rozalén, de Carmen París, Pilar Jurado, Clara Montes, La Shica, Marina Heredia, Argentina, Roko, Carmen Linares, Amparo Sánchez (Amparanoia), Cristina del Valle y las dieciocho mujeres del panorama cultural o político del país como Amalia Iglesias, Ángela Vallvey, Ángeles Casado, Ángeles Mora, Aurora Luque, Carmen Calvo, Chantal Maillard, Cristina Fallarás, Elvira Lindo, Espido Freire, Fanny Rubio, Juana Castro, Lidia Flacón, Maruja Torres, Pilar del Río, Raquel Lanseros, Rosa Regás, así como, ocho hombres involucrados en la memoria y la igualdad como Federico Mayor Zaragoza, Juan José Téllez, Luis Miguel Miñarro, Manuel Francisco Reina, Miguel Llorente Acosta, Pedro Enríquez y Rogelio Blanco.
«Dejaron para siempre/ las voces de otra historia/que atravesó el olvido», dice Ángeles Mora en su poema “Canciones contra el olvido”, dentro del disco homenaje realizado por Paco Damas.
Escribe Chantal Maillard una reflexión, tan necesaria, acerca del poema así como de las voces que condenan al olvido o les dan vida: «Cuando alguien le devuelve al poema su entonación hemos de estar agradecidos, pues la palabra entonada es poderosa y se basta a sí misma para ser eficaz. Y este es el peligro, y por ello es tan importante que el cantor sepa elegir las palabras que convienen, recuperar las palabras olvidadas, versos enmudecidos por el tiempo o por oscuras intenciones».
Es certera Espido Freire cuando afirma lo que ocurre tras la guerra, «Esas mujeres, toleradas en espacios abiertos y en tiempos de esperanza no tenían cabida en una dictadura que reforzaba el papel tradicional femenino, de esposa, madre y ama de casa», pero, ¿y ahora? Pese a esas restricciones Las Sinsombrero se caracterizan por su modernidad y progresismo, por ser mujeres artistas adelantadas a su época. Su obra es un legado al alcance de quien recupera su memoria y donde resuena el eco de esas voces perdidas en el tiempo y la historia.
«No hay nada sin el todo, recordémoslo/ y dejémoslo dicho/para siempre», concluye Raquel Lanseros en su poema “Las Sinsombrero”, como las demás mencionadas previamente extraídas del disco del cantautor andaluz, Paco Damas. El primero en poner música a la poesía de cada una de "Las Sinsombrero".
Finalizo volviendo al libro, con las palabras de Tánia Balló:
«Sin ellas la historia no está completa.
María Teresa León, Maruja Mallo, Concha Méndez, Josefina de la Torre, Margarita Manso, Ernestina de Champourcín, María Zambrano, Rosa Chacel, Ángeles Santos, Marga Gil Roësset son los nombres de algunas de estas figuras imprescindibles. No están todas las que fueron, pero es un buen inicio». @mundiario
Imagen del proyecto Las sinsombrero./ RTVE.
