La obra musical más bella de Verdi es una casa para jubilados músicos

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Casa Verdi.

Giuseppe Verdi el más notable compositor de ópera de Italia, diseñó y creó “La Casa de Reposo” para músicos, que abrió sus puertas en 1902 en Milán, Italia.

La obra musical más bella de Verdi es una casa para jubilados músicos

"De todas mis obras, la que más me gusta es la casa que hice construir en Milán para acoger artistas ancianos no favorecidos por la fortuna, o quienes de jóvenes no poseyeron la virtud del ahorro. ¡Pobres y queridos compañeros de mi vida! Créeme amigo, esa casa es sin dudas mi obra más bella".

Así describía el mismo Verdi la Casa de Reposo para músicos -o Casa Verdi- que desde su apertura en 1902 ha albergado a más de mil artistas retirados, entre músicos, cantantes, bailarines, profesores de música, directores de orquesta y compositores.

Vida de hotel

En la obra musical más bella de Verdi la música circula de una habitación a otra. Las notas flotan en el aire como fantasmas, salen por las cerraduras. El dulce sonido de una flauta travesera, una soprano que entona su nota más alta por allá. De repente, un piano. Y a las cuatro de la tarde en el salotto, la sala donde los huéspedes se reúnen para merendar, conversar y escuchar música.

Casa Verdi tiene tres categorías de huéspedes: los no-autosuficientes (25 personas), los autosuficientes (unos 45) y, desde hace pocos años, los jóvenes estudiantes de música (17 en total).

Los mayores de 65 años que pretendan ingresar deben presentar pruebas de haber realizado un trabajo vinculado a la música y sobre su estado de salud. Pasada la preselección y las pruebas médicas, el Consejo de Administración analiza cada caso en base al estricto orden de llegada. Los cónyuges también tienen derecho a ingresar.

"Se les brinda todo: asistencia médica, odontológica, alimentación, entretenimiento, peluquero, servicio de sastrería", le explica el presidente de Casa Verdi, profesor Roberto Ruozi.

El rubro entretenimiento incluye la realización de cerca de 80 conciertos anuales, más de uno por semana. Un día le toca a la orquesta de alumnos del Wesley College de Australia, otro otras muchas agrupaciones de prestigio.

"Tenemos todo tipo de huéspedes. Desde el tenor de 97 años Angelo Lo Forese, famoso en todo el mundo, a simples coristas que han sido casi anónimos, digamos", ilustra Ruozi.

Los huéspedes jóvenes, quienes por reglamento están obligados a compartir al menos una comida diaria con sus colegas veteranos, colaboran en mantener la casa sonando.

Casa Verdi se financia con el alquiler a terceros de algunos apartamentos, la contribución de la Región Lombardía correspondiente al seguro social de algunos ancianos y la mensualidad de los huéspedes que puedan pagar.

Durante sus primeros años, se solventaba con los derechos de autor cedidos explícitamente por Verdi.

Otra significativa fuente de ingresos son las donaciones que dejan los más de 10.000 visitantes anuales, incluidos turistas, coros y orquestas de todo el mundo.

Giuseppe Verdi nunca habitó en su "obra más bella", pero pidió ser enterrado allí.

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