Primer llibre de Bloomsbury profundiza en el sobrecogimiento de la nostalgia

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Primer llibre de Bloomsbury./MG

Miquel Martí i Pol nos introduce en un mundo íntimo de ensoñación y de vitalismo, inspirados, sin embargo, en la nostalgia de una vida que se extingue.

Primer llibre de Bloomsbury profundiza en el sobrecogimiento de la nostalgia

No puedo aportar demasiado al espléndido estudio que, sobre esta insólita obra, hizo ya Joan Margarit en el 83. Su ensayo insiste mucho en ese poder vivificador que presenta la nostalgia como una forma de mirar a la realidad desde la convicción de que el pasado es cautivo de sí mismo y nuestra añoranza lo reiventa involuntariamente.

Al releer los poemas de Martí i Pol reparo en la quietud y misticismo que anegan cada uno de sus versos. Los enamorados de Bloomsbury, como yo, de sus ajardinados barrios y de esa presencia cuasi fantasmal de voces tan significativas como las de Dickens, Woolf o Russell, sentimos que aquel lugar conserva algo del síndrome de Stendhal, un ensimismamiento que no escapa a la memoria una vez que paseas por Gordon Square o Tavistock Street.

Lo anodino en el poemario de Martí y Pol, publicado en Edicions del Mall en 1982, es que utiliza Bloomsbury no como una forma de rendir tributo al snobista grupo de escritores que allí se dieron cita, ni siquiera a la concreción de sus espacios.

Bloomsbuy adquiere el valor de una distopía donde el poeta catalán recrea con emoción,con vehemente emoción, la productividad y la decadencia del paso del tiempo. En este Primer Llibre se produce un efecto tan motivador como intrigante; el paso del tiempo nos debilita, nos hace más vulnerables y esa vulnerabilidad nos nutre lógicamente de una mayor experiencia, y de una mirada a la realidad donde lo menos importante es la anécdota, lo histórico, lo prosaico:

"Tot revindrà quan cessi la lluita de les ombres amb la claror, i el pur alenar de l´instant es resolgui en l´esclat que més enllà de les ombres i la claror suscita el goig de cada instant" (pág. 32).

Lo que, para Martí i Pol, significa la poesía en este libro es que es testimonio de una herida y esa herida no es otra que la aceptación resignada del presente. El pasado es una ficción, una manera de escapar a la actualidad de la contigencia, a esos instantes que focalizan nuestra atención, que revelan nuestras desdichas y nuestras ilusiones, así que el futuro solo es posible desde ese presente, de ese presente herido que confiesa nuestra devoción a la subsistencia:

"No et dol l´espera, et dol el temps que no fa fressa quan cau al fons del pou d´aquesta espera incerta. Tot et constreny i tot, alhora, t´allibera. Molt més enllà que el joc que assages, hi ha el silenci que a poc a poc et creix, fecund, a les estranyes". (pág. 49)

Bloomsbury es la ensoñación literaria, un tributo al fervor intelectual de un pasado al que no se podrá regresar y también es la distopía que permite el escape, la huida hacia adelante, como si en el sustantivo que denota ese distrito londinense se diesen esas perplejidades que tanto preocupan a Martí i Pol: la soledad administrada para la creación, la inefabilidad de los sentimientos, la luz como emisaria del sueño, la nostalgia como un ensayo de muerte:

"Aquest poema és un cop de vent. Més enllà tal vegada no hi ha res, opotser el tot i el res s´hi confonen" (pág. 53).

Lo que destaco, además, en este poemario es esa simbiosis entre sutilidad y elipsis del ornamento.La poesía del Primer Llibre es delicada, frágil, pero severa en muchos de sus mensajes, porque la herida sigue ahí,en esa admirable e infatigable lucha del hombre contra el paso del tiempo.

Las referencias a las sombras, a la claridad, a las ventanas, a la nimia naturaleza de hojas y flores constatan esa obsesiva necesidad de Martí i Pol de usar aquellos referebtes que delatan a la eternidad:

" Que el més pur de nosaltres resti sempre dins del vent i es renovi en cada fulla" (pág.28).

Nosotros desaparecemos, pero ellos seguirán ahí, como Bloomsbury, inspirando a los creadores.

NOTA: Las citas corresponden a la edición de 1993 dentro de la colección "Clàssics Catalans del segle XX", Barcelona, Edicions 62.

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