Cautivos en Rusia / Los Prisioneros de la Divisón Azul

La División Azul sigue despuntando por los aportes bibliográficos en la investigación histórica española. Ahora irrumpe la obra "Cautivos en Rusia", de Francisco Torres. El libro, de casi mil páginas, incorpora un anexo de tablas biográficas de los prisioneros y casi 300 fotografías, muchas de ellas inéditas.
Existe abundante bibliografía y visibilidad mediática sobre los duros episodios vividos por los españoles en los campos de concentración nazis. Esto ha hecho olvidar que existieron otros totalitarismos padecidos también por compatriotas. Es el caso de los miembros de la División Azul, republicanos y "niños de la guerra" que estuvieron bajo el férreo yugo del carcelario sistema comunista. Dentro de este episodio irrumpe con fuerza en el panorama editorial la obra "Cautivos en Rusia" del doctor Francisco Torres. Una obra que por su singularidad, va a convertirse en la referencia histórica del capítulo divisionario.
Y es que a muchos no deja de sorprender que la División Azul se haya convertido en uno de los temas históricos más punteros del momento. Ello ha desencadenado una enorme e interesante producción bibliográfica que dado el sino de los tiempos, sólo puede explicarse por el gran atractivo que sigue ejerciendo la campaña soviética.
Más de 500 soldados españoles, miembros de la División Azul, que combatían como voluntarios en una unidad integrada en la Wehrmacht, cayeron prisioneros en manos del Ejército Rojo, la mayoría de ellos en la famosa batalla de Krasny Bor. Al perder Alemania la guerra, se vieron confinados en los campos de prisioneros del Gulag y, por empeño personal de Stalin, permanecieron allí mucho más tiempo que los cautivos de las demás nacionalidades, incluidos los alemanes. Así se vengaba por la humillación sufrida en a Guerra Civil española en la que había puesto muchas esperanzas.
Aunque el término gulag es el acrónimo de Glávnoie upravlenie ispravítelno-trudovyj lagueréi i koloni, es decir, Dirección General de Campos de Trabajo, es el nombre con el que pasaron a la historia los campos de trabajo para presos políticos (enemigos de la patria) en la Unión Soviética de Josef Stalin. Estos españoles no serían liberados hasta 1953, tras la muerte del tirano soviético.
Muchos de los divisionarios no sobrevivieron, y los que lo hicieron quedaron marcados de por vida. La mayoría arrastraron graves secuelas físicas y psicológicas consecuencia de las condiciones infrahumanas ( un sistema carcelario militarizado con durísimas condiciones de trabajo, bajísimas temperaturas, largas jornadas sin descansos, combinadas con una deficiente alimentación) que padecieron los 11 años de cautiverio.
Sin embargo, pese a su terrible reclusión, no perdieron la esperanza y el presidio se convirtió en un ignoto combate por la libertad y la dignidad. Tanto es así que uno de sus protagonistas, el famoso Capitán Palacios, calificó esta experiencia como «la batalla de los 11 años».Una batalla que continuaron luchando, porque muchos de aquellos prisioneros ni se sentían derrotados, ni asumieron nunca que su guerra contra ese totalitarismo hubiera terminado.
La obra hace un recorrido exhaustivo y minucioso, que huye del maniqueísmo para desvelar con luces y sombras la realidad de aquellos que, pese a la desolación moral, que reinaba en los Gulags,, mantenían viva la llama del combate: el enfrentamiento entre "los resistentes", que se rebelaban ante el sistema y los antifá, antifascistas colaboradores- a veces guardias auxiliares- que gozaban de privilegios y esperaban salir en libertad..
Torres en todo ello, no busca el dramatismo, sino las vivencias reales a través de los testimonios y los documentos. Habla desde abajo, desde los hombres, y rompe con la visión tradicional que se tenía de los hechos, extraída de algunas memorias.
Singularidad de "Cautivos en Rusia" en la Literatura divisionaria
Dentro de la producciòn sobre la División Azul hay un subapartado; la literatura divisionaria del cautiverio. Memorias, algunas de ellas de gran valor, de prisioneros que cuentan su experiencia personal en los campos de trabajo. La obra de Torres se distingue de todas ellas porque está concebida como una gran obra coral y por ser una rigurosa obra de investigación. El autor ya se había hecho un hueco preferente entre la reciente bibliografía histórica por su magna obra "Soldados de Hierro", primer estudio antropológico sobre el contingente español en la Segunda Guerra Mundial.
Con el mismo rigor, y como siempre con una exhaustiva labor de documentación, aborda lo acontecido en aquel gélido infierno. Aporta numerosos testimonios de los prisioneros, tanto directos, como documentación personal y declaraciones realizadas ante las autoridades militares sobre el cautiverio. Como gran novedad, identifica un número de prisioneros superior al reconocido hasta hoy en un centenar, casi medio millar de prisioneros de guerra a los que se añaden los desertores. En este último caso, demuestra que fue un número inferior al que suele barajarse.
El libro, publicado por la Editorial Actas y de casi mil páginas, incorpora un anexo de tablas biográficas de los prisioneros y casi 300 fotografías, muchas de ellas inéditas..Asímismo, la historia no termina cuando regresan a España en el Semiramis.. El autor no sólo ahonda en las gestiones llevadas a cabo desde nuestro país para lograr su liberación, sino que afronta hechos cruciales como lo sucedido tras "su vuelta a la vida": Las ayudas a la reintegración, el retorno a los puestos de trabajo, condecoraciones otorgadas y la dura recuperación psicológica.
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Una obra definitiva no exenta de emoción
"Cautivos en Rusia" es un relato duro, pero enriquecido con anécdotas e historias humanas que de forma amena, a veces transmitiendo con la fluidez de una novela, logra sumergir al lector en una narración en la que las historias individuales se van enmarcando en un contexto global. Mediante el análisis de los prisioneros, consigue articular la compleja dialéctica de lo individual con un prisma antropológico génerico que ahonda en la problemática colectiva.
Estamos ante la obra definitiva porque constituye la más completa investigación hasta la fechas sobre el cautiverio de los miembros de la Divisíon Azul. A la vez es un sobrecogedor e impactante relato coral de historias humanas en situaciones límite.
Rescata del olvido momentos de heroísmo, generosidad, compañerismo, solidaridad, sacrificio y esperanza del retorno a la patria. Pero, sobre todo,muestra el valor de caer y saber levantarse firme por un ideal. Valores que brotaron de la condición humana de aquellos españoles, auténticos Soldados de Hierro, no sólo en el frente sino en la más atroz y cruel adversidad. @mundiario