El ADN Morado es diferente: el Deportivo Saprissa es campeón del fútbol costarricense

Deportivo Saprissa. / RR SS
Deportivo Saprissa. / RR SS

Felicitaciones al más campeonísimo del fútbol centroamericano, 37 copas para el Monstruo y su ADN Morado.

El ADN Morado es diferente: el Deportivo Saprissa es campeón del fútbol costarricense

Es material genético diferente, que se encuentra en la sangre de la mayor afición deportiva de Costa Rica, la barra del Monstruo que llena de colorido y de un ruido ensordecedor la Cueva, especialmente cuando el equipo está enchufado y se siente en el aire su rugir, cuando huele a campeón y cada morado palpita en su corazón la mejor de las sensaciones, esas que están reservadas solo para los campeones.

Son cualidades inamovibles que la historia ha demostrado, la tienen todos sus jugadores, desde los tiempos de Gita y más allá de los setentas, pasando por Coro, Gima, el Zancudo, el Principito, el Mariachi, Rey Paté y hoy Mariano, escudero y líder de estos y muchos otros personajes históricos que ya con ésta, han levantado 37 copas de campeón del fútbol nacional.

Se cierra la temporada y el Deportivo Saprissa nuevamente está en lo más alto con una gran promesa que se asoma en el horizonte, con nombre y estirpe de ganador, el joven Alvaro Zamora quien ya vivió de niño la mágica experiencia de un largo campamento en Valdebebas.  Hoy convocado a la #SeleTica va rumbo a Catar, soñando que su momento llegará y a Madrid quizás algún día regresará, como lo hizo tiempo atrás aquel mocoso de Pedregoso de Pérez Zeledón.

La “Sapri-hora” marca patentada en Tibás que refiere a los últimos 300 segundos del tiempo reglamentario de juego, ha sido infinidad de veces, el marco perfecto para remontadas históricas, sentencias totales y celebraciones inolvidables que perduran en la retina y han convertido en rutina los triunfos agónicos de un equipo ganador que apostando a su ADN Morado y al empuje bestial de su afición rompe cualquier esquema, le mete miedo al rival, lo acorrala contra las cuerdas y le asesta el golpe final.

Así fue en el juego de ida (2-0) pero hoy en el partido de vuelta en el Coyeya Fonseca, el partido final pintaba de infarto y muy rápido se puso cuesta arriba por el empuje inicial del Herediano que al minuto 8 se puso al frente en el marcador, luego la expulsión de Waston y el sacudón emocional del Saprissa que parecía ir una marcha atrás de su rival.  

Era el momento en el que las respuestas tenían que venir del banquillo y aquí la sapiencia del míster Jeaustin Campos y sus asistentes salió a relucir, ajustaron el esquema, fueron finos en los cambios, “pararon” perfectamente bien a cada jugador de recambio y le bajaron paulatinamente las revoluciones al contrario, tejiendo poco a poco una telaraña que terminó ahogando todo intento del Herediano.  Felicitaciones al más campeonísimo del fútbol costarricense, 37 copas para el Monstruo y su ADN Morado. @mundiario

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