Diversos autores consideran al francés Honoré Daumier (1808 – 1879) el verdadero padre de la caricatura moderna. Este dibujante consigue expresar en sus obras el mundo interno del caricaturizado, que es la condición esencial de la caricatura contemporánea. La deformación de las características físicas del personaje, aunque se sigue practicando, es un estilo de la caricatura que para diversos autores ya está sobrepasado. Uno de los máximos representantes actuales de la caricatura personal es el pintor, ilustrador y dibujante colombiano Jorge Alberto Restrepo, entrevistado en MUNDIARIO. En sus manos, en sus pinceles, en su mirada, la caricatura es más que un simple medio de expresión, es un festín del humor gráfico y de la sensibilidad artística.
Restrepo es de la opinión que la caricatura es para acentuar la forma, el gesto, la esencia de los personajes y las situaciones. Ahora mismo, su caricatura del narcotraficante mexicano El Chapo Guzmán, líder de una organización internacional de la droga llamada la Alianza de Sangre, también conocida como el Cártel de Sinaloa, quien ha protagonizado una espectacular fuga de la cárcel donde se encontraba, que ha puesto en evidencia el nivel de corrupción de las autoridades penales aztecas, es un ejemplo de las más altas cotas artísticas de ese género humorístico y satírico.
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