Mi crimen, una disparatada comedia, con aires de vodevil o de farsa
La comedia francesa aborda todos los temas, muchas veces con sabor tan local que es difícil asimilarla desde otras culturas, pero en general con niveles de solvencia, calidad artística y actoral, dignos de una gran industria cinematográfica como es la del país vecino.
Llega ahora a las pantallas Mi crimen, una disparatada comedia, con aires de vodevil o de farsa, donde se le da la vuelta una y otra vez a las apariencias en busca de una tensión muy divertida sin dejar de repartir puyazos a todo tipo de instituciones: magistrados, policía, productores enriquecidos, actrices en decadencia, abogados prepotentes… en un juego de imposturas bien trabado y mejor dirigido.
Un reparto estelar, una ambientación extraordinaria y una producción lujosa al servicio de una situación en la que dos mujeres jóvenes y ambiciosas hacen de la necesidad virtud y conquistan el mundo. Si en palabras clásicas, la fortuna favorece a los audaces, cuando además suma belleza y una relativa falta de escrúpulos, se produce la rendición incondicional del poder y del dinero.
Y como los tiempos son los que son, son mujeres, inteligentes y bellas todas las enredadoras, obtusos y antiguos ellos, salvo uno que redime a la especie masculina como cómplice necesario.
Con tales ingredientes, se disfruta la película, se admira el ingenio y aún queda tiempo para recordar que al director, François Ozon, se deben un buen puñado de interesantes películas: Todo ha ido bien, Verano del 85. Gracias a Dios, Frantz, entre otras. @mundiario
Mi Crimen (Mon Crime). 2023. Francia. 102 minutos. Dirección: François Ozon. Guion: François Ozon, Philippe Piazzo. Obra: Georges Berr, Louis Verneuil: Reparto: Nadia Tereszkiewicz, Isabelle Huppert, Fabrice Luchini, Dany Boon, Jean-Christophe Bouvet, Rebecca Marder. Música: Philippe Rombi. Fotografía: Manuel Dacosse. Productora: Mandarin Cinéma. Distribuidora: Gaumont.