Pakistán vive una de sus mayores tragedias. Un grupo de seis talibanes atentaron contra una escuela administrada por el ejército en Peshawar, al noroeste del país.
El ataque se llevo la vida de 141 personas, la mayoría niños, después de que los talibanes abrieran fuego.
Hubo una primera explosión, posiblemente un atacante suicida, que se llevó la mayoría de las víctimas y luego los restantes, remataban de tiros en la cabeza a cuánto niño se cruce.
Tras más de cinco horas de combate, el ejército anunció que los atacantes habían sido abatidos aunque todavía se revisa la zona en búsqueda de explosivos.
