En la República Centroafricana la minoría musulmana, que es aproximadamente el 15% de la población, se alzó en armas bajo el nombre de Seleka (alianza en idioma Sango) en 2013, con el objetivo de combatir la exclusión social por medio de la venganza. Sin embargo, los afectados en esta guerra han sido los niños y niñas menores de 13 años, reclutados por estos grupos armados ilegales, que sustituyeron su infancia por una vida llena de barbarie.