El hecho de que las nuevas generaciones descarguen más aplicaciones de Pokemon Go que material porno nos advierte de que nuestros vástagos son cada día más castos.
Querías que nuestra fantasía tuviese un ligero aroma a Hostel. No era suficiente que el incienso, al aspirarlo, nos regalara su relato de ciervos incendiados y mujeres toro.