A pesar de los esfuerzos por erradicarla, la explotación sexual sigue siendo una actividad ilegal que genera enormes beneficios: más de 160.000 al año, según un nuevo estudio de la OIT.
El Comité especializado de la ONU en los derechos infantiles pidió al país andino acciones inmediatas en favor de las garantías fundamentales de los menores.
Según la OIT, en 2016 existieron 40,6 millones de personas sometidas a esclavitud moderna. De ellas, 24,9 millones en trabajos forzosos y 15,4 millones en matrimonios forzados.