Resulta hipócrita que quienes se escandalizan del acoso a las universitarias con canciones vulgares y groseras, callen ante algunas violaciones que se intentaron ocultar.
Algunos "ritos de iniciación" que los nuevos universitarios han de practicar para divertir de oficio a los veteranos traspasan los umbrales del humor y se acercan a lo delictivo.