Menos mal que Máxim Huerta regresó a su refugio, la literatura. Menos mal que no forma parte de este Gobierno bananero que campa a sus anchas por nuestro país.
Cansados del ambiente tóxico de la red social, cada vez son más los famosos los que cierran sus cuentas, especialmente, por la agresividad que existe dentro de la Red.
Huerta tuvo que dimitir como ministro de Cultura debido a que cometió algunos actos que suelen ser comunes como el cambio de domicilio fiscal o utilizar sociedades para eludir impuestos.
Ha prometido este jueves su cargo ante el rey en una breve ceremonia sin símbolos religiosos celebrada en el Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela.