Los investigadores realizaron cientos de experimentos de comportamiento para analizar las preferencias de apareamiento de tres especies de Heliconius en Colombia.
Fascina saber que, antes, en lo que a ellas les debe de parecer otra vida, tenían otro cuerpo, que eran gusanos, orugas, que se arrastraban sin poder volar.
La clave: las mariposas son hombres y mujeres, porque no son ni hombres ni mujeres ni las dos cosas ni ninguna, sino algo más allá o más acá. Son mágicas.