La pregunta que se obvia en cualquier análisis medianamente ponderado e independiente desde Occidente es a quiénes beneficia esa explosión indiscriminada de violencia.
Una cabra, con gorro y estandarte, delante de 45 millones de inocentes. Esa parafernalia medieval, en la que no se ha movido una coma en 50 años, es incompatible con una democracia.…