Cada fragmento es un espacio donde aparentemente no sucede nada, salvo la intranquilidad de saber que seguimos vivos y que nuestra lectura consume los días que echaremos en falta
Un poema de Concha Garcia nos devuelve a ese lugar intranquilo donde alguna vez fuimos felices; un engaño de los propios recuerdos para que renunciemos al presente.
Mientras niños pijos y parejas de cuarentones invertían su tiempo gastando en las franquicias del centro comercial, me senté a leer tranquilamente unos cuentos de Von…
"Leyendo Hijo de Satanás, intentabas incendiar la cocina donde nos besamos la primera vez. Era la pasión por la lectura y el desequilibrio". Prosa poética.
El valor de la transgresión artística, independientemente de la opinión que uno se forje al respecto, es incalculable, por dos razones obvias que la autora explica con…