Son declaraciones soberbias si no llegasen a ser chuminadas supinas inventadas para justificar una narrativa determinada u ocultar casos de corrupción.
No es cosa del imaginario colectivo, pero la censura campa a sus anchas. A menudo se viste con el sello de confidencial (off the record) para censurar un dato, una actuación o una política…
Es un ejercicio sano pasear por las calles aunque los escaparates desaparezcan a favor de la venta online. Pese a todo, las vitrinas están inundadas de variopintos exponates.
Nos estamos acostumbrando a que lo irreal parezca real y a comulgar con visiones distorsionadas de la verdad. Hasta el punto de olvidar pagar con moneda de curso legal.
Son tiempos apasionantes y agitados al mismo tiempo. Es lo que tiene cuando se apuesta por un sólo caballo ganador, con todos los riesgos que conllevan. Así ha hecho Europa y así nos va. …
Estaba tardando la serpiente de verano. Todo por el decretazo del ahorro energético, que no deja indiferente ni a los mosquitos ni al termostato de los “inverters” eléctricos.
Mientras Europa apuesta claramente por la UE en bicicleta para el 2030, en España nos lo tomamos con demasiada calma a pesar de que como potencia turística atraeríamos más ciclistas.
Cuando interesa recurrimos a otras dictaduras en Europa, pero ni en Alemania ni Italia masajean tanto a Hitler y Mussolini, respectivamente, como aquí a Franco.
Hay quien dijo que venimos al mundo para dejar huella. Otros muchos vuelven reencarnados para hacer la guerra y no el amor. Son tiempos para la reflexión.
Con la inminente revolución eco-digital de la economía descarbonizada y la inteligencia artificial, España sigue anclada en esquemas del siglo anterior.
Desde que se inició la invasión rusa, Occidente padece dolores de conciencia y una montaña rusa de emociones dispares que nos arrastra a la triple ambigüedad.
En el siglo de las comunicaciones e internet hemos retrocedido en transparencia callejera. En especial para localizar una dirección, por raquitismo de las autoridades con la debida señalética. …
La crisis de Ucrania no es la última que tendrá que afrontar Occidente con Rusia. Los acuerdos de Dayton que ponían fin al conflicto territorial entre Bosnia y Herzegovina deben ser renovados.
Los chicles y la colillas son la segunda fuente de residuos contaminantes más grande del mundo. Pese a su grave problema ambiental y alto coste a las arcas públicas son consentidos impunemente.…