Para impartir clases de religión, de ser el caso, podrían emplearse las iglesias, conventos, mezquitas o sinagogas, tras asumir que las escuelas no se han concebido para adoctrinar. / Análisis
El virus ha traído consigo, entre otras pesadillas durante las vigilias, un remedo de olvido que nos dicen profiláctico aunque, a más de intentar prevenir el contagio, inocula tristeza.