Indudablemente el medicamento es una excelente herramienta para mejorar la salud y nuestra calidad de vida, pero su mal uso o abuso la convierte en un arma mortal.
Ni el inmenso poder de los poderosos dioses logró frenar la furia de don Quijote solo ante el peligro de los corruptos malversadores del régimen, disfrazados de molinos.