España es el único país europeo con comunistas y populistas en el Ejecutivo. Los otros dos países con gobiernos de izquierda, Portugal y Alemania, son simple y llanamente socialdemócratas.
María Antonia Trujillo representa la extravagancia personal y un progresismo añejo y de salón, capaz de decir cualquier tontería, incluso sin necesidad de que nadie se la pague.
El espectador español dispone en Netflix del medio centenar de capítulos de la obra que protagoniza, en la que interpreta a un ciudadano común devenido por casualidad en presidente del país.
Cada vez que abre la boca Díaz Ayuso se alboroza el Gobierno porque ve en ello una posibilidad de arremeter contra unas políticas que tilda de extremistas y contraria al interés común.
Dentro de poco, y pese al incremento de la presión fiscal, tendremos que apretarnos el cinturón, sobre todo porque la Unión Europea no nos quitará el ojo de encima.
No quiere perder por la izquierda lo que gane por su derecha y viene a decir que contra él todo vale y que sus rivales no son demócratas, sino conspiradores en cuartos oscuros en los que planean cómo…
La soledad de la vicepresidenta comenzó con los desplantes de Pablo Iglesias, el entonces líder de Unidas Podemos, quien la designó como sucesora electoral al frente de la formación.