Economía de guerra

Cuando una potencia como la Unión Europea, de alguna forma se suma a una guerra (en este caso defensiva) debe, desde un momento antes, tener previstas las consecuencias, los remedios y la contención…

Estaba tardando la serpiente de verano. Todo por el decretazo del ahorro energético, que no deja indiferente ni a los mosquitos ni al termostato de los “inverters” eléctricos.