A propósito de un muy conocido evento ciclístico, mi amigo Obdulio nos trae un relato de ciencia ficción narrado por él mismito como locutor oficial del evento. / Relato
Mi amigo del alma me trae uno de esos cuentos de humor-con-objetos que a veces se le ocurren. O, como él los llama, relatos de “humor objetivo en primera persona”. Aquí se los dejo.
Es domingo y Obdulio viene con su esposa Mayeya a desayunar conmigo. Yo pongo el café y el queso crema y ellos traen un paquete de bagels. Que se pronuncia “béiguels”, por cierto.
Por si alguien no se ha enterado, Obdulio, mi amigo del alma, exhibe una singular escasez de cabello en su testa. O sea, es calvo. Pero sin complejos, como verán a continuación.