Adolfo Suárez no merecía el abandono de sus barones y Pedro Sanchez nunca lo mereció. La dignidad que le sobraba a Suarez es la que le falta a Sánchez.
La política no es como el fútbol pero a veces se parece bastante. Y en el fútbol, el resultado es el que cuenta; las alineaciones son mera coyuntura. Ya veremos qué pasa…
El PSOE ha comenzado a dar fuertes golpes de espada pero el toro sigue ahí y no se ven toreros capaces de torearlos, y además lo toros no están de moda.
Poco se puede hacer por haber apoyado o no a Suárez. Hoy tenemos otras batallas donde se dilucida nuestro futuro. ¿Hemos aprendido la lección?, se pregunta esta autora.