Estos hallazgos subrayan la urgencia de mejorar la conservación de los bosques tropicales para preservar la biodiversidad y mitigar el cambio climático.
Hasta ahora, el grupo conservacionista ha adquirido 27.027 hectáreas en este lugar todavía salvaje, pero el objetivo es crear un gigantesco espacio protegido de 200.000 hectáreas.
Los efectos devastadores del conflicto se extienden al medio ambiente, afectando la biodiversidad y aumentando el riesgo de desertificación en el país mediterráneo.
Los fuegos, avivados por fuertes vientos y condiciones climáticas extremas, han causado daños irreparables en bosques vírgenes y han puesto en alerta máxima a las autoridades griegas.
Expertos advierten sobre la pérdida de capacidad biológica en los ecosistemas, especialmente en zonas como Almería, Murcia, Valencia y Castilla-La Mancha.
Según los científicos, esta variabilidad es una señal de que los ecosistemas podrían estar en riesgo de desestabilizarse y entrar en una espiral de cambios abruptos.
Aunque los humedales costeros y de agua dulce contienen el 40% de todas las especies de plantas y animales, muchos están contaminados o degradados debido al cambio climático y al desarrollo humano.
El Gobierno venezolano respondió que durante este año han establecido un plan de reforestación en todo el territorio nacional, en el cual cultivaron árboles frutales, ornamentales y forestales.
Un grupo de investigadores de varias partes del mundo consideran que “existe la necesidad de revertir la curva global de pérdida neta de bosques conservando los restantes”.