Los votantes argentinos vuelven a situarse entre la incertidumbre y el caos, otra vez

Macri tuvo una derrota contundente en las primarias de Argentina.
Mauricio Macri.
La situación pende de un hilo y los principales actores involucrados se encuentran frente a una tensión difícil de resolver: la responsabilidad de sentarse a dialogar se conjuga con el enfrentamiento que supone toda campaña electoral en un país como Argentina.
Los votantes argentinos vuelven a situarse entre la incertidumbre y el caos, otra vez

¿Está la Argentina entre la incertidumbre y el caos, otra vez? En la Argentina, a diferencia de otros países de Latinoamérica, las transiciones políticas y la gobernabilidad se han podido procesar mediante elecciones y acuerdos parlamentarios, es decir, no se ha llegado al punto de declarar un estado de excepción, expulsar a un presidente, cerrar el congreso o establecer formas dictatoriales de gobierno, no al menos durante los últimos 15 años. 

Sin embargo, en este país, el desprecio por las instituciones y la convivencia democrática es algo que se percibe en la vida cotidiana, en el intercambio de ideas y en la forma en que los líderes políticos se refieren a los partidos de oposición. También podemos afirmar que, cuando Argentina muestra un impulso en sentido opuesto, es decir, hacia la mesura o la responsabilidad institucional, la buena fortuna no acompaña. Esta nota trata sobre una serie de episodios relativos a esto. 

Episodio I.- En el año 2009 se sancionó la ley PASO. Esta ley electoral tuvo por objetivo la reorganización del sistema de partidos políticos en la argentina, el cual se había fragmentado de forma extrema luego de la crisis de 2001. La ley puso en funcionamiento un mecanismo de elecciones primarias obligatorias para que los partidos decidieran democráticamente su representación en las elecciones generales. La intención resultaba, institucionalmente, muy loable. Las PASO se consolidaron como mecanismo en las elecciones de 2009, 2011 y 2013, así como la oferta electoral se redujo y se ordenó. 

Episodio II.- Cambiemos, una nueva coalición electoral, presentó 3 candidaturas a la presidencia en las PASO 2015. Mauricio Macri se alzó con la victoria en las elecciones definitivas, poniendo fin a 12 años de kirchnerismo. Entre 2017 y 2019 se agudizó la polarización política, lo cual estimuló la selección de candidatos “a dedo". Dada la ineficacia de las encuestas para predecir resultados electorales, las PASO quedaron relegadas al papel de “gran encuesta”.

Episodio III.- Las elecciones PASO de agosto de 2019 enfrentan a 2 protagonistas. Por un lado, la formula de Juntos por el Cambio, que persigue la reelección de Mauricio Macri. Por el otro, el Frente de Todos con Cristina Fernández, autodesignada candidata a la vicepresidencia, y Alberto Fernández, elegido por la primera como candidato a presidente. El intento de mostrar una versión más moderada del kirchnerismo funcionó para los Fernández, ayudados por una gestión oficialista que cuenta con escasos puntos altos para seducir al electorado. En las PASO, el Frente de Todos obtuvo 47,66% frente al 32,09% de Juntos por el Cambio. Para una descripción detallada sobre el escenario electoral, puede consultarse este análisis de MUNDIARIO.

Episodio IV.- Luego del resultado electoral, la Argentina naufraga, una vez más, entre la incertidumbre y el caos. Por ejemplo, al poner la atención en el Banco Central de la República Argentina (BCRA) observamos que este ha recuperado su autonomía y ha cumplido con una política de fuerte control de la emisión monetaria, algo impensado en un país que sostenía la impresión de billetes con férreo dogmatismo. Sin embargo, el resultado electoral golpeó fuerte sobre el accionar responsable de la institución. Un IPC que se venía desacelerando retomó valores del 4% mensual, un incremento del 30% en el valor del dólar inmediatamente después de las elecciones, una caída estrepitosa de las reservas y un pico del 86% de interés anual para la tasa de política monetaria.

Este escenario abierto tras las PASO ha dejado a la Argentina sumergida en un vacío institucional de hecho en donde, el presidente actual, no cuenta con la legitimidad suficiente para tomar decisiones que trasmitan confianza y, quien todos presumen que será el próximo mandatario, no tiene la legitimidad institucional para gobernar. Tampoco existe un ganador definitivo, lo cual no permite iniciar un proceso de transición. Al promulgar la ley de las PASO, nadie contemplo la posibilidad de que algo así ocurra. 

Season finale.- La situación pende de un hilo y los actores involucrados se encuentran frente a una tensión difícil de resolver: la responsabilidad de sentarse a dialogar se conjuga con el enfrentamiento que supone toda campaña electoral. De cara al final de temporada, previsto para el 27 de octubre, persiste un juego de declaraciones cruzadas entre los candidatos. Esto permite dilucidar que, a pesar de los problemas causados por el propio andamiaje institucional de las PASO, Argentina requiere una mayor madurez en la convivencia democrática que facilite la construcción de consensos básicos. Algo que, al menos por esta temporada, resulta impensado. @mundiario

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