El verdadero triunfo de  la gallega Sabela en OT

Sabela, en OT. / TVE
Sabela, en OT. / TVE

Por el gran impacto mediático conseguido, su gesto hace mucho más por la normalización lingüística del gallego que toda la política institucional desarrollada en los últimos años a través de campañas publicitarias, subvenciones, incentivos, etcétera.

El verdadero triunfo de  la gallega Sabela en OT

Unos cuantos miles de gallegos trasnocharon más de lo habitual para ver la gala final de Operación Triunfo 2018 en TVE. Tenían –teníamos– la esperanza de que una gallega de As Pontes, de nombre artístico Sabela, resultara ganadora del popular concurso musical, que, además de elegir al representante de España en Eurovisión, ha servido de trampolín a muchas de las nuevas figuras del panorama musical español. No pudo ser. Sin embargo, los que estuvieron pegados al televisor hasta que Sabela cayó eliminada se fueron a la cama con una sensación agridulce. Nos quedamos con las ganas de celebrar una merecida victoria, pero recibimos un chute de autoestima viendo a una prometedora representante de la Galicia que viene reivindicar nuestra vieja lengua y nuestra nueva música.

Desde luego haber llegado a la fase decisiva de OT ya es todo un triunfo para una joven de 24 años que primero sorprendió y después se metió en el bolsillo a muchos de sus paísanos por su alto nivel como cantante y, más aún, por la valiente y arriesgada decisión de competir con canciones en gallego, en lugar de castellano o inglés. Defendió con brillantez temas totalmente desconocidos para la gran mayoría del público que siguió desde aquí su participación en OT, aunque de una gran calidad, que no pasó desapercibida ni para el jurado ni para la audiencia en general.

Por el gran impacto mediático conseguido, su gesto hace mucho más por la normalización lingüística que toda la política institucional desarrollada en los últimos años a través de campañas publicitarias, subvenciones, incentivos, etcétera. Sobre todo, viene a desmentir por la vía de los hechos esa idea de que los jóvenes gallegos, sin apenas excepción, no quieren saber nada del idioma de sus mayores, que desertan de su uso y más aún de su defensa, que no lo consideran útil como vehículo de expresión cultural o artística y están decididos a dejar morir. He ahí su verdadero triunfo.

Sabela no ganó OT, a pesar de la calidad de su repertorio y el alto nivel con que lo interpretó. Aún así, sin pretenderlo conscientemente, es probable que haya ganado para la causa del gallego a mucha gente que nunca se movilizaría en defensa de la lengua de Rosalía a pesar de sentirla como propia y puede que también a ciertos sectores que contemplaron con desdén, si no con cierta simpatía, cómo en los últimos tiempos retrocedía su uso en las aulas.  Y es que la mejor manera de ganar "gallegohablantes" (y "gallegoamantes") es por la vía de la seducción. En ese sentido, Sabela ha demostrado ser una gran seductora. Te seduce sin que te des cuenta, en un "tristras"... @mundiario

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