Las ventas del comercio se hunden ante la migración de la demanda por la pandemia

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Transeúntes en una zona comercial de Barcelona, España / cronicaglobal.com

Esto implica que pudo haberse generado una pérdida acumulada de ingresos e inventarios por el orden estimado de los 250 millones de euros.

Las ventas del comercio se hunden ante la migración de la demanda por la pandemia

La actividad comercial en España está por el suelo. No se registran índices de rentabilidad positivos y sostenibles para un sector que ha visto cómo el impacto social del confinamiento derivado de la pandemia de coronavirus ha relegado a un segundo y hasta a un tercer plano la percepción de prioridad de la población hacia el consumo de bienes no esenciales. Hoy por hoy, las ventas del comercio minorista se encuentran en una vertiginosa caída libre debido a que el poco consumo que queda en el país se enfoca casi exclusivamente en la subsistencia socioeconómica, y ahí llevan la batuta los sectores de alimentación, farmacia y atención médica, por obvias razones.

Y es que el comercio minorista sufrió en abril el golpe del coronavirus en toda su extensión. No hay límite para una contracción que se posiciona como la más grave que ha vivido el sector desde la aguda recesión de 2009 y 2010. Las ventas del sector comercial cayeron un 31,5% respecto al mismo mes de 2019, según ha publicado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE), el mayor desplome registrado en la serie histórica.


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“Este descenso está provocado principalmente por los cierres de multitud de locales y establecimientos durante el estado de alarma, que solo ahora van reabriendo sus puertas, aunque con restricciones”, de acuerdo con el organismo. Y según las cifras de la oficina estadística, el 46% de las empresas estuvieron cerradas en abril.

Esto implica que pudo haberse generado una pérdida acumulada de ingresos e inventarios por el orden estimado de los 250 millones de euros.

El dato de abril es el mayor hundimiento registrado por el comercio minorista y supone además el segundo mes consecutivo de retroceso. En marzo, cuando ya hubo medio mes con el estado de alarma en vigor, la caída fue del 14%. Y en lo que va de año, la pérdida ya es del 10,7%. Por lo tanto, la retracción financiera se refleja en un desplome de entre 100 y 140 millones de euros solo en el tercer mes del año.

En el caso del dato corregido, eliminados los efectos estacionales y de calendario, las ventas cayeron un 31,6% en abril, más del doble del retroceso de un mes antes (-14,2%). En variación mensual, la caída de la facturación entre abril y marzo, sin efecto estacional y de calendario, fue del 20,4%, según los detalles del informe del INE. Entonces, se puede inferir que la contracción podría llevar PIB global del sector a una desaceleración de entre -1% y -2% al final de año.

“Esta caída era de esperar porque estaban muchos comercios cerrados todo el mes. Y en tasa interanual se prolongarán los retrocesos probablemente en mayo”, según argumentó Emilio González, profesor de economía de Icade, en declaraciones a El País.

Durante el estado de alarma, los comercios minoristas tuvieron que cerrar, excepto los que se dedicaban a la alimentación, bebidas, productos y bienes de primera necesidad, productos farmacéuticos, médicos, ópticas y productos ortopédicos, productos higiénicos, prensa y papelería, combustible, estancos y alimentos para animales de compañía, entre otros. La población española ha entrado en una nueva era del consumo y la competencia y expansión del mercado la lideran las grandes plantas productoras de insumos médicos, sanitarios y de alimentos. @mundiario

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