Umbrío o lleno de luz, ¿de qué color pintas tu destino?

Atardecer en Costa Rica. / Mundiario
Atardecer en Costa Rica. / GP

No te desanimes si ves muy complicado el mañana. Haz como aquellos que han creído que es buena la vida y de colores el destino.

Umbrío o lleno de luz, ¿de qué color pintas tu destino?

¿Cómo encarar el futuro y ver nuestro destino? No falta el que nos dice que no existe como tal el futuro y en consecuencia, tampoco un destino, sino que vivimos solo el presente.  En contraposición, está el que planifica a muchos años como los japoneses o a tres meses si da el flujo de caja, también el que aconseja vivir como si fuera el último de los días y el que nos asegura que solo avatares somos, viviendo una realidad alterna en un mundo digital.

Los colores del destino, ¿cuáles son?  Tal vez el verde interminable del pasillo que conduce a un quirófano, o el blanco de los edificios que se suceden uno tras otro por la ventana del metro de París, quizás el terracota del Palatino que en la ciudad eterna se presenta al llegar o el gris de las tardes de invierno, en las que el índigo no podemos mirar.

En Costa Rica puedes ser creativo, basta con mirar nuestros “atardeceres” en ellos están todos los colores; por eso, si en tu retina no asoma ningún color, ve y pídele uno prestado al cielo y pinta tu destino, como lo he visto hacer en personas valientes que enfrentadas a un padecimiento mayor, cuando palidecen los sentidos y el destino común de todos parece anticiparse, con fe y valía han logrado imponerse ante un desafío de terror pintado de umbrío, han triunfado forzando a sus pupilas a hacerse más pequeñas para que “mucha luz” entre en sus ojos que todos sabemos son las ventanas del alma.  No te desanimes amigo, si ves muy complicado el mañana, o has perdido fuerza para encarar tus retos, has como ellos que han creído que es buena la vida y de colores el destino.

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