La UE busca conectar políticamente con China para lograr un acuerdo de inversiones

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La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (izq.), y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la cumbre virtual de la UE con China iniciada el domingo / RTVE.es
Una eventual fusión de los productos internos brutos (PIB) de China -estimado en 13 billones de dólares- y de la UE -calculado en US$18 billones- tendría un impacto exponencial sobre el orden económico global.
La UE busca conectar políticamente con China para lograr un acuerdo de inversiones

China sigue demostrando por qué es la segunda economía más importante del mundo en vías de ser la primera, incluso en detrimento de su mayor rival; Estados Unidos, pues ahora apunta al socio más importante de Washington en Occidente: la Unión Europea. Y es que Pekín busca pactar con Bruselas un sistema de inversiones muy ambicioso cuyo efecto directo sobre la economía estadounidense podría ser devastador, al tiempo que posicionaría a China como el gran financista de la infraestructura posmoderna del hemisferio occidental.

Y es que la Unión Europea (UE) y China celebran desde este pasado domingo, 14 de septiembre, una cumbre por videoconferencia centrada en el comercio y las relaciones económicas, con vistas a dar un impulso a la negociación de un tratado de inversiones que ambas potencias podrían tener antes de fin de año.

Esto implica que chinos y europeos trabajan de forma coordinada para crear lo que podría configurarse como la nueva ruta de la seda con amplia extensión en la eurozona, un enorme proyecto que le daría a China suficiente espacio para circular sus exportaciones y sus transacciones en yuanes y euros con el propósito de captar ese mercado y desplazar la influencia de EE UU mediante la inyección de productos terminados con aranceles bajos o nulos, una evidente declaración de guerra de mercado por parte de Pekín ante la guerra comercial que Washington inició contra el gigante asiático en 2019.

El acuerdo, que se negocia desde 2014, podría alcanzarse antes de concluir 2020, pero fuentes de la UE han indicado que “esto solo ocurrirá si el texto pactado merece la pena”, según reseñó la agencia EFE.

Por lo tanto, una eventual fusión de los productos internos brutos (PIB) de China -estimado en 13 billones de dólares- y de la UE -calculado en US$18 billones- tendría un impacto exponencial sobre el orden económico global hasta el punto de redireccionar la demanda mundial de materias primas y bienes industriales o tecnológicos en territorio europeo con mano de obra y capital chino, un escenario de mucho riesgo para el estatus quo actual dominado por EE UU. @mundiario

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