La UE aprueba un presupuesto histórico para combatir las noticias falsas

Eurocámara en Estrasburgo.
Eurocámara en Estrasburgo.

El club continental ha confirmado que enviará un cheque a la East Stratcom Task Force, la cual empieza a ganar fuerza entre las instituciones europeas.

La UE aprueba un presupuesto histórico para combatir las noticias falsas

En una decisión histórica, la Unión Europea ha dado luz verde a que sus presupuestos del próximo año tengan un apartado dedicado a combatir la difusión de noticias falsas por internet. El cheque para este propósito será de 800.000 euros y estará a disposición de la unidad contra la desinformación que opera en la Comisión Europea desde hace tres años. Pese a que es un cheque con pocos ceros comparado con otros, el simple hecho de que las autoridades comunitarias hayan accedido a su emisión ya deja en evidencia que los socios del club empiezan de verdad a ponerse nerviosos ante esta amenaza. Uno de los países que más ha advertido sobre esto ha sido precisamente España, que se vio afectada en primera person a raíz de falsas noticias sobre el desafío independentista catalán.

Las autoridades del Viejo Continente da así mayor confianza al trabajo de la East Stratcom Task Force, una unidad que depende al 100% de la UE. Esta fuerza inició con la misión de detener al Kremlin en sus intentos por desestabilizar a los países que integran el club continental, especialmente los más cercanos a Ucrania. No obstante, en Rusia han agarrado gusto a este tema de los bulos y la desinformación, por lo que Bruselas tuvo que empezar a tomarse más enserio el proyecto en vistas de la creciente influencia de Sputnik, Russia Today (RT) y otros medios de comunicación rusos que empezaban a popularizarse en Europa.

Así las cosas, la pelota queda ahora en la cancha de la diplomacia europea, que debe encontrar una forma para transformar ese sencillo presupuesto en resultados contundentes. De entrada, el dinero se usará en tres frentes: la propaganda rusa en Europa del Este, la influencia del ISIS en los países del Sur y, en menor medida irónicamente, para mejorar la imagen de la UE en los Balcanes. De esas tres, obviamente la que predomina es la de la influencia rusa en los Estados del este, especialmente luego de que el Reino Unido acusara a Moscú de promover ciberpropaganda, que se sumaron a las ya mencionadas acusaciones de España por la desinformación del conflicto catalán.

El tema de la desinformación y propaganda rusa tiene con los pelos de punta a las grandes potencias europeas y hasta a Estados Unidos. En Norteamérica se tiene un problema totalmente aparte que ha llegado incluso hasta las faldas de la Casa Blanca. Como sea, la primera potencia mundial está dispuesta a colaborar con Europa para enfrentarse a los hackers y desinformadores rusos.

Hace unos días, Rex Tillerson, secretario de Estado de los Estados Unidos, avisó que en Washington D.C. sienten que es necesario hacer piña con los socios de la UE para enfrentarse a Rusia y su maquinaria desinformativa. El discurso de Tillerson fue una salida de tono en comparación al discurso de su jefe, el presidente Donald Trump, quien ha sido siempre un escéptico del proyecto de Bruselas. Eso no quita la probable buena voluntad de los estadounidenses para colaborar en este asunto, pero como mínimo deja claro que de verdad Moscú se las ha arreglado para tener a todos con los pelos de punta. O al menos lo suficiente para que hasta en Estados Unidos se busque un punto de acuerdo y, más importante, que la Eurocámara y la Comisión Europea hayan vencido sus tabús para la aprobación de este cheque. @mundiario

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