Trump promete “luchar por los venezolanos” en una visita electoral a Miami en plena pandemia

Donald Trump promete una respuesta a un nuevo rebrote.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump / Europa Press.
La política de Trump hacia el régimen de Maduro se ha construido sobre la coacción, es decir, sobre las estrategias de disuasión y presión militar indirecta de EE UU para obligar al presidente socialista a entregar el poder en Venezuela.
Trump promete “luchar por los venezolanos” en una visita electoral a Miami en plena pandemia

A pesar de que Estados Unidos es actualmente el epicentro del violento ciclo biológico que tiene en jaque, aislamiento, retracción y amenaza a la humanidad entera, el principal líder mundial insiste en buscar la reelección al frente del mando del país más poderoso del planeta; y su estrategia electoral para lograrlo, pasa por la crisis venezolana, todo esto, en medio de la pandemia de coronavirus.

Y es que el presidente estadounidense, Donald Trump, viajó a Miami (estado de Florida) este viernes en una visita en la que se presentó como “duro contra las drogas y campeón de los intereses de los votantes venezolanos”. 

La estrategia política del mandatario se centra en captar la base electoral que hay en Florida por la nutrida comunidad de venezolanos que habitan en ese estado, puesto que su cercanía geográfica con Venezuela a través del Mar Caribe, en una ruta directa de apenas 45 minutos, convierte a la entidad en el destino principal de los venezolanos que emigran de su país en busca de una mejor calidad de vida en los Estados Unidos, razón por la cual se instalan y buscan la legalización de su estatus migratorio en territorio florideño, lo que a largo plazo les otorga el derecho a voto tras más de cinco años de residencia. 

Pero existe otro factor que ha ganado mucho más peso que el anterior. La política de Washington hacia Venezuela no ha dado los resultados esperados por la poca o nula eficiencia del proyecto basado en el simbólico gobierno interino del líder opositor venezolano Juan Guaidó (reconocido como presidente encargado del país por EE UU y otras 54 naciones), quien no ha logrado sacar del poder al régimen comunista de Nicolás Maduro, que controla el Gobierno y el territorio venezolano. 

Esta compleja crisis de poder, así como el letargo de la agonía de la población venezolana por la crisis económica y social del país, ha hecho caer la valoración de Trump en las encuestas en la Florida, donde predomina el favoritismo de los venezolanos y otros latinoamericanos residentes del estado hacia el candidato demócrata Joe Biden, que busca arrebatarle la Casa Blanca al presidente Trump en las elecciones de noviembre. 

“Vamos a luchar por los venezolanos”, dijo Trump durante una mesa redonda en la sede del Comando Sur de Estados Unidos en la ciudad de Doral, ubicada en Miami. “Cuba y Venezuela, lo tenemos todo bajo control”, ha dicho el mandatario. 

Sin embargo, la política de Trump hacia el régimen de Maduro se ha construido sobre la coacción, es decir, sobre las estrategias de disuasión y presión militar indirecta de EE UU para obligar al presidente socialista a entregar el poder en Venezuela, donde ha conformado una cúpula política y militar que lo mantiene bajo control absoluto del país, sumido en una aguda crisis económica desde hace siete años. 

En abril, el Gobierno estadounidense anunció que a través del Comando Sur (el brazo militar y geopolítido de EE UU en América del Sur) desplegaría una operación anti-drogas en el Mar Caribe para posicionar buques de guerra y buques destructores anti-misiles con el objetivo de bloquear los presuntos flujos de la droga que salen desde las cosas de Venezuela hacia Aruba y hacia Miami, EE UU.

“Durante años, Venezuela ha inundado a Estados Unidos con cocaína”, dijo Trump, quien también agregó que su Administración continuará su “campaña de máxima presión contra Maduro”. @mundiario

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