Trump planea viajar el martes a Kenosha, epicentro de las nuevas protestas contra el racismo

Donald Trump, presidente de EE UU. RR SS (1)
Donald Trump, presidente de EE UU. / RR SS.
Pese a que es considerado como uno de los presidentes más divisivos de la historia de EE UU y que desde su llegada a la Casa Blanca no ha tenido una agenda centrada en las causas sociales, el mandatario decide viajar de forma inesperada a Wisconsin, donde un joven negro fue tiroteado por la policía, dando inicio a una ola de protestas.
Trump planea viajar el martes a Kenosha, epicentro de las nuevas protestas contra el racismo

El presidente Donald Trump sabe que está en la recta final de la campaña para las próximas elecciones presidenciales de noviembre, por eso planea protagonizar cuanto acto fije los focos sobre él. Ahora anuncia que viajará a Wisconsin, específicamente a Kenosha, epicentro de las actuales protestas contra el racismo. El mandatario no viajará en plan de reconciliación y apoyar algún movimiento contra el racismo, en cambio su objetivo será reunirse con las fuerzas de seguridad y evaluar por sí mismo los daños materiales que han dejado las protestas.

Dichas protestas fueron causadas luego de que un policía blanco disparara por la espalda al afroamericano Jacob Blake, de 29 años, que actualmente se encuentra hospitalizado en estado grave. Este nuevo incidente hace recordar a uno que ocurrió hace tres meses, donde el abuso policial propició la muerte de George Floyd.

El presidente planea llegar a Kenosha el próximo martes, donde se verá con las fuerzas de seguridad a cargo de contener las manifestaciones y donde evaluará de primera mano el “daño que han provocado los recientes disturbios”, según anunció el portavoz de la Casa Blanca, Judd Deere.


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El pasado viernes, Trump se refirió por primera vez al ataque de Blake: “No me gustó cómo se veía. No me gustó verlo, ciertamente, y creo que la mayoría de la gente estaría de acuerdo con eso", se limitó a decir. Tampoco con el caso de Floyd el mandatario se atrevió a condenar los hechos y su posición siempre ha sido, por decirlo de alguna manera, fría con los casos de racismo en EE UU. Desde que llegó a la presidencia en 2016, su agenda no ha estado dominada precisamente por las causas sociales, siendo esto un gran problema en un país que no logra librarse de los fantasmas del racismo.

Las protestas en Kenosha siguen intensificándose a medida que avanza la investigación, donde el Departamento de Policía se ha limitado a retratar a Blake como una persona violenta que amenazó a los agentes con un cuchillo en incluso se encargó de realizarle una llave a uno de los policías, esta última cuestión es negada por la familia de Blake. La pregunta es, ¿Trump sabrá manejar esta situación a poco tiempo de las elecciones? @mundiario

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