Tensión por la moción de censura que afianza al Gobierno y divide a la derecha española
En medio de la crisis sanitaria desatada por la segunda ola del coronavirus, la política en España se divide frente a una moción de censura que será debatida este miércoles en el Congreso.
De esta manera, Vox apunta hacia un intento por desbancar al Gobierno de Pedro Sánchez de la presidencia. Aunque la formación cuenta solamente con 52 diputados y todo indica que ningún otro grupo apoyará la iniciativa.
Quizá te pueda interesar
La prensa europea subraya el desastre español
La Transición dejó sacrificios compartidos y cesiones mutuas como los Pactos de la Moncloa
No obstante, el PP no ha querido aclarar si se abstendrá o votará 'no'. El líder del PP Pablo Casado ha rechazado revelar su decisión. A simple vista el objetivo se enfoca en dividir a la oposición y facilitar que los socios del Gobierno arrinconen sus diferencias en esta turbulencia política que se les avecina, recoge El País.
Por su parte, la Moncloa ya ha anunciado que además de que el Ejecutivo tiene la potestad de intervenir en el debate en cualquier momento está decidido que, además de Pedro Sánchez, también Pablo Iglesias haga uso de ella. Es una forma que el jefe del Ejecutivo tiene para que se visibilice que son un Gobierno de coalición y, para que el líder de Podemos se defienda solo de los previsibles ataques que le lleguen desde Vox y el PP por sus críticas a la monarquía y sus problemas judiciales.
Desde Ciudadanos, se han desmarcado y no hay dudas de que votará con un no rotundo a Abascal. “Lo único que van a conseguir es fomentar más la crispación y que el Gobierno salga más fuerte y unido”, ha señalado el portavoz del partido,
Edmundo Bal, desde Más País Íñigo Errejón, ha dicho: "Esto es una fantochada". "Una batalla campal en la plaza de Colón", ha comentado por su parte, Pablo Echenique, de Unidas Podemos.
Mientras que en ERC, Gabriel Rufián, considera que: “Es el estreno de Torrente VI”. Esquerra y EH Bildu intentaron promover un plante: renunciar a sus intervenciones y dejar solo a Abascal. El Gobierno no les secundó. “Hay que hacer frente al discurso enormemente peligroso de la extrema derecha”, lo justificó Echenique.
De todo este asunto, lo inocultable es el ambiente tenso que se espera en el Congreso, mientras lo españoles aguardan la decisión del gobierno sobre el estado de alarma que permita imponer un toque de queda como mecanismo para contener los elevados índices de nuevos contagios por el coronavirus, que rebasan los 974.449 casos, con 33.992 muertos, según el último balance del Ministerio de Sanidad. @mundiario
