Steinway & Sons, el instrumento de las estrellas

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Spirio, el piano de cola de Steinway & Sons. / Expansión
Quien posee un Steinway & Sons ganará dinero. Estos pianos, hechos a orillas del East River, pueden costar lo que una lujosa mansión de los Hamptons y se revalorizan en torno a un 4% al año.
Steinway & Sons, el instrumento de las estrellas

Steinway & Sons es una compañía de fabricación de pianos fundada en 1853 en Nueva York por el inmigrante alemán Heinrich Engelhard Steinweg –Steinway es la adaptación al inglés del apellido Steinweg–. La empresa fue fundada en 1853, en un lote de Manhattan de la calle Varick. Henry fabricó su primer piano en la cocina de su casa en Alemania. Para el momento que Henry estableció Steinway & Sons, ya había fabricado 482 pianos. El primero producido por la compañía, el número 483, fue vendido a una familia de Nueva York en US $500. Hoy en día, este piano está en exhibición en el Städtisches Museum Seesen de Seesen, Alemania.

Durante los siguientes 40 años, Henry y sus hijos, Henry Jr., Albert, C.F. Theodore, William y Charles, desarrollaron el piano moderno. Casi la mitad de las 125 patentes de la compañía fueron desarrolladas durante ese período. Muchas de esas invenciones de finales del siglo XIX, fueron basadas en las investigaciones científicas emergentes, que incluyeron las teorías acústicas del físico renovador Hermannn von Helmholtz.

Los diseños revolucionarios de Steinway, y la mano de obra superior, comenzaron a recibir reconocimientos a nivel nacional casi inmediatamente. Comenzando 1855, los pianos Steinway recibieron medallas de oro en muchas exhibiciones de Estados Unidos de América (EUA) y de Europa. La compañía ganó reconocimiento internacional en 1867, en la Exhibición de París, cuando fue galardonada con la “Grand Gold Medal of Honor”, por la excelencia en la manufactura y la ingeniería. Fue la primera compañía estadounidense que recibió tal medalla. Los pianos Steinway se transformaron rápidamente en la elección por excelencia de muchos miembros de la realeza, y ganaron el respeto y admiración de los mejores pianistas del mundo.

La de Steinway & Sons es una historia de grandes gestas musicales protagonizadas por artistas superdotados que han ayudado a agrandar su leyenda. Sergei Rachmaninoff y Arthur Rubinstein se rindieron a su excepcional sonido, Vladimir Horowitz se llevó un Steinway de gira por Rusia en los últimos estertores de la Guerra Fría y Glenn Gould le hablaba al suyo. En la actualidad, Lang Lang, Daniel Barenboim y Martha Argerich forman parte del selecto club de los Steinway Artists junto a Keith Jarrett, Diana Krall, Billy Joel, Gianna Nannini y Rufus Wainwright.

Algunos de los modelos que han salido de la fábrica de Nueva York pueden alcanzar hoy el precio de una lujosa mansión de los Hamptons. El D-274, un estándar de la música clásica presente en el 95% de las grandes salas de concierto del mundo, no baja de los 120.000 euros. Una ganga si lo comparamos con aquellos que pertenecieron a reconocidos artistas y compositores, y que compiten en los rankings de las casas de subastas con cuadros de Picasso y Dalí. No hay forma de calcular el valor del Steinway de cola nº 100.000, donado en 1938 a la Casa Blanca, y que cuenta con unas patas doradas en forma de águila americana.

De la fábrica de Steinway & Sons de Nueva York salen cada año 1.600 pianos. Hace menos de un año, la compañía presentó el revolucionario sistema Spirio, una versión actualizada de la vieja pianola que, a través del iPad, permite disfrutar de un amplio catálogo de obras sin necesidad de que una persona lo toque. Gracias a esta nueva tecnología, podemos invocar el espíritu de Gershwin en el salón de casa. "Ahora estamos centrando todos nuestros esfuerzos en fomentar la educación musical de los niños", explica Anthony Gilroy , Director de marketing de la Compañía. @mundiario

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