Soros propone la emisión de bonos perpetuos para revertir la crisis en la UE

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El inversor financiero George Soros / Euronews.
“Por desgracia, mi sugerencia se ha confundido con los coronabonos, y esto ha enrarecido el debate”, ha señalado el magnate en un cuestionario compartido con la prensa.
Soros propone la emisión de bonos perpetuos para revertir la crisis en la UE

En estos tiempos de aguda crisis financiera y de escasez de movilidad económica en una zona del mundo que ha estado acostumbrada durante años a la prosperidad y al bienestar socioeconómico, se hace más indispensable que nunca el valioso aporte del conocimiento como un activo público que genere un cambio de paradigmas en la administración de la riqueza de un Estado tan importante como el ‘supra-Estado’ europeo.

La urgencia de volver a captar los grandes flujos de capital que solía movilizar la Unión Europa hasta unos meses antes del estallido de la pandemia de coronavirus, es ahora la premisa de Bruselas para trabajar en la recapitalización del bloque antes de que el confinamiento y el aislamiento social derivados de la expansión de los contagios terminen de frenar los circuitos de consumo y de producción en una de las regiones más industrializadas del mundo, que también es clave en la estabilidad de la cadena global de suministros, sobre todo por parte de Alemania, el motor industrial de Europa.

Es por ello que el magnate financiero estadounidense George Soros ha defendido este viernes la emisión de bonos perpetuos o ‘consols’ ―como se les conoce a estos instrumentos en los países anglosajones― como la mejor fórmula para hacer frente al impacto económico causado por la pandemia de la Covid-19, afirmando que “podrían ser la salvación de la UE”.

Esta propuesta implica que el Banco Central Europeo podría optar por la inyección de liquidez por la vía de la compra de deuda de los países de la eurozona que requieren nuevos fondos para estructurar presupuestos y créditos adicionales de emergencia ante la lenta reactivación de la economía en sus poblaciones.

Se trata de unos bonos de deuda conocidos en el Reino Unido y en EE UU (en Estados Unidos, se introdujeron en la década de 1870, y en el Reino Unido se usaron, entre otras cosas, para financiar las guerras contra Napoleón y la Primera Guerra Mundial) en los que solo se exige el pago de intereses, sin fecha para devolver la cuantía principal (el capital neto).

El mecanismo cuenta con una serie de términos flexibles que son propicios para la reestructuración de las deudas de los países que se vean en el forzoso escenario de solicitar quitas por algún tramo de pago que resulte inviable para su balanza fiscal a corto plazo.

“Por desgracia, mi sugerencia se ha confundido con los coronabonos, y esto ha enrarecido el debate”, ha señalado Soros en un cuestionario compartido con la prensa, donde ha explicado que “ambos conceptos son totalmente diferentes”. “Los coronabonos se han rechazado decisivamente, y con razón, puesto que requieren de un grado de mutualización simplemente inaceptable”, ha afirmado.

La mutualización de la deuda, que básicamente consiste en homologar o equiparar de manera proporcional los tramos de los pasivos pendientes de los Estados deudores entre con los de otros países solicitantes de ese tipo de bonos, en un caso hipotético, no es sostenible para la estabilidad de la política monetaria del Banco Central Europeo debido a no todos tienen la misma capacidad de solvencia y liquidez.

En este sentido, el veterano inversor, que con su ataque especulativo logró en 1992 sacar a la libra esterlina del sistema de cambio europeo en el denominado miércoles negro, ha subrayado que “mediante los consols la única obligación mutua es el pago del interés anual, que es insignificante y permitiría levantar urgentemente un billón de euros con el pago de 5.000 millones de euros anuales en intereses”.

Un paquete de rescate por 1 billón de euros tendría un impacto significativo en el ritmo y evolución de la curva de la recesión en Europa a medida que los países miembros recapitalizan sus sistemas industriales y sus redes de consumo, hoy lastradas por el efecto socioeconómico de la pandemia.

Soros plantea que dichos números “representan una bajísima relación coste/beneficio”, y que este grado de mutualización debería ser “fácilmente aceptado por los Estados miembros, ya fuese por unanimidad o por una coalición mayoritaria de países a favor”.

En ese eventual escenario, entraría en juego un nuevo esquema de financiamiento en la UE más allá de la inyección de liquidez del BCE y su programa de compra de activos para respaldar los créditos y avales financieros otorgados a los Estados. @mundiario

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