El sistema español de pensiones no será viable sin reformas cada vez más urgentes

Dos pensionistas. / Pixabay
Dos pensionistas. / Pixabay
El debate político lleva tantos años escribiéndose con p minúscula que no hay manera de que se abra paso la P mayúscula; por ejemplo, en la política de pensiones. Parece que solo inquieta en Bruselas, lo cual da idea del nivel de irresponsabilidad política en España.
El sistema español de pensiones no será viable sin reformas cada vez más urgentes

La inestabilidad política y un pluralismo mal entendido mantienen a España en una parálisis que da pie a obtusos debates que poco o nada tienen que ver con la propia realidad del país. Se ve muy claro cuando nos ven desde fuera. La Comisión Europea no se anda con rodeos: España tiene un problema de deuda, otro de déficit y un tercero de pensiones. Pero el debate político español lleva tantos años escribiéndose con p minúscula que no hay manera de que se abra paso la P mayúscula; por ejemplo, en la política de pensiones. Parece que solo inquieta en Bruselas, lo cual carece de sentido.

¿Y qué nos dicen desde la Comisión Europea? El ejecutivo comunitario reclama a España medidas compensatorias para evitar la insostenibilidad de las pensiones a largo plazo. Bruselas admite que las reformas llevadas a cabo en 2011 y 2013 contribuyeron a aliviar la situación, pero a partir de ahí, primero Mariano Rajoy (PP) y después Pedro Sánchez (PSOE), volvieron a vincular las pagas de los jubilados con la inflación, lo que supuso un aumento significativo de su carga. No se trata de que Bruselas diga que esto esté mal, sino de que ese gasto añadido hay que compensarlo.

Vincular las pensiones al IPC supone entre 3 y 4 puntos del Producto Interior Bruto (PIB), lo que significa entre 35.000 y 40.000 millones de euros, es decir, algo más de la mitad de lo que recauda el IRPF, que es el impuesto por el que más se ingresa.

Mientras, todo es provisional y el déficit de la Seguridad Social –prácticamente sin hucha– termina trasladándose a la deuda, como si fuera un saco sin fondo. Y eso es así porque en febrero de este año, los casi tres años de negociaciones en el Pacto de Toledo se saldaron sin resultado. El fracaso se atribuyó a las exigencias de Podemos, pero eso ya es lo de menos. Lo que importa ahora es que se reinicie el diálogo, asumiendo, de entrada, que será más complejo por dos razones. Una, por el tiempo perdido, y dos, porque ahora estará Vox, un partido favorable a un sistema mixto de capitalización y reparto, que amenaza uno de los consensos básicos.

¿Por qué se dividió el Pacto de Toledo? Básicamente porque no hay acuerdo sobre cuánto y cómo deben subir las pensiones, especialmente en tiempos de crisis, pero también porque hay diferencias de criterios sobre si en las recesiones deben subir las pensiones mínimas con el IPC y las pensiones altas algo menos? De entrada se había acordado referenciar al año 2025 el cierre del déficit de la Seguridad Social con recursos de los impuestos y el fin de la financiación con cotizaciones de las prestaciones asistenciales, con el compromiso de todos frente a cualquier transformación del sistema de pensiones –ojo ahora a Vox–, pero todo sigue en el aire.

¿Hay margen en este contexto para arreglar las pensiones? El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), José Luis Escrivá, sostiene que el problema de la sostenibilidad de las pensiones es “manejable”, siempre que se aborde con margen suficiente. Entre otras medidas, Escrivá propone el aumento de la edad efectiva de jubilación a los 67 años legales y que el periodo de cotización se extienda a toda la vida laboral. 

¿Conclusión? En 2050 casi la mitad de la población será mayor de 65 años, lo que hace inviable el actual sistema de pensiones si no se introducen reformas. Las que sean necesarias. @J_L_Gomez

Calviño ve factible un acuerdo

Sobre las pensiones, el último documento del Gobierno de Pedro Sánchez destaca que ya está en vigor un aumento de ingresos por valor de 3.786 millones de euros, con una subida del 7% de las bases máximas de cotización. El Ministerio de Economía, cuya titular en funciones –Nadia Calviño– está llamada a ser vicepresidenta del Gobierno, ve factible un acuerdo en el Pacto de Toledo, ya que en las grandes cuestiones las posiciones de los principales partidos políticos no están tan alejadas.

¿Por qué se ha llegado en España a esta crítica situación  con las pensiones? Básicamente, porque el número de personas ocupadas está aumentando pero de forma precaria. Para el economista Santiago Niño, los contratos son cada vez peores y los salarios más bajos, lo que da lugar a una menor cotización a la Seguridad Social, así como a una menor posibilidad de consumo y de pagar impuestos. En general, los mayores tienen sueldos de los de antes –dignos– y los jóvenes ganan poco. @mundiario

––––––––– PROTAGONISTAS –––––––––

> Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.- Debe afrontar los problemas estructurales de las pensiones, que se acentuarán a partir de 2020 cuando se jubile masivamente la llamada generación del baby boom y los trabajadores con salarios devaluados tengan que mantener el sistema.

> Nadia Calviño, ministra de Economía.- “Se debe progresar en la reforma de la Seguridad Social en el marco del Pacto de Toledo”, dice el último documento del Ministerio de Economía en materia de pensiones. Recuerda que en febrero de este año ya se estuvo muy cerca de un acuerdo.

> Pablo Casado, líder de la Oposición.- “En el PP siempre hemos defendido que las cuestiones de Estado no deben entrar en la agenda electoral. Las pensiones tienen que estar fuera de los mítines donde se hacen propuestas simplemente para arañar unos votos”, opina el presidente del PP.

> Antonio Garamendi, presidente de la CEOE.- Los empresarios dicen que serán “respetuosos” con el Gobierno que finalmente se constituya en España pero advierten de que será “imprescindible” la unión del PSOE y el PP en asuntos “importantísimos” como las pensiones o la inmigración. @mundiario

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