Sánchez y Costa exigen para julio un fondo de reconstrucción que no baje de 750.000 millones

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El primer ministro de Portugal, Antonio Costa, y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez / Sputnik.
El mandatario español se refiere a que no puede haber ningún tipo de politización en el mecanismo de distribución ni en la administración de esos capitales.
Sánchez y Costa exigen para julio un fondo de reconstrucción que no baje de 750.000 millones

España y Portugal no siempre se muestran en consenso firme y contundente, pero la fuerza de los hechos y la magnitud de una crisis económica que aqueja a toda Europa sin distingo de cuáles son las potencias y cuáles son las naciones periféricas del sistema capitalista europeo, ha obligado a Madrid y Lisboa a unirse para exigir un rescate que salve a la Unión Europea de la fragmentación y recesión económica prolongadas. 

Y es que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el primer ministro portugués, Antonio Costa, se han reunido este lunes para sentar sus posiciones en torno al proceso de negociación del tan esperado Fondo de Recuperación Europeo, por lo cual han exigido que se apruebe en julio y que no sea inferior a la propuesta que hizo la Comisión Europea con un monto piso de 750.000 millones de euros.


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Esto implica que España y Portugal han formado una alianza diplomática bilateral especial mediante la cual buscan hacer lobby (presión) ante Bruselas y así plantear condiciones que les permitan mantener vigente la propuesta de la Comisión sin que interfieran las objeciones de otros países miembros de la UE, como Holanda e Italia, que prefieren la austeridad y la disciplina fiscal en medio de una emergencia económica donde lo único que salvará a Europa de una depresión al estilo de la post-guerra es el gasto y el endeudamiento.

Sánchez y Costa se han reunido hoy en Lisboa, la capital de Portugal, para preparar la cumbre del 17 y el 18 de julio. Ambos han comparecido para dar un mensaje común: el monto mínimo del fondo y que no puede haber duras condiciones para su reparto, en palabras del mandatario español. Y el líder portugués ha dicho con contundencia lo siguiente: “Ni cheque en blanco ni una nueva troika”. 

Sánchez se refiere a que no puede haber ningún tipo de politización en el mecanismo de distribución ni en la administración de esos capitales, pues si eso ocurre podría originarse una profunda crisis política en la UE. En el caso de Costa, su advertencia es clara; no puede haber financiamientos ilimitados porque eso crearía indisciplina financiera y fiscal, lo que a su vez detonaría una masiva crisis de deuda y de liquidez, pero tampoco puede instaurarse una nueva troika, es decir, una élite tecnócrata que desde Bruselas controle con parcialidad, intereses políticos y cultura del lucro capitalista esos recursos, que serán fundamentales para el futuro del proyecto europeo en la era post-pandemia. 

Queda una semana y media para la cumbre en la que se deberá negociar tanto el fondo de reconstrucción como el marco plurianual, es decir, el presupuesto europeo. De hecho, en vista de ese importante encuentro, Sánchez y Costa tienen en su agenda conjunta un amplio número de contactos y reuniones con otros líderes europeos, incluso algunos de los que manifiestan una posición más renuente a la distribución del fondo con mecanismos de proporcionalidad según la capacidad de solvencia de cada Estado miembro.

No se descarta que Pedro Sánchez y Antonio Costa busquen reunirse con la canciller de Alemania, Angela Merkel, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quienes serán piezas clave en la configuración final del fondo, pues sus opiniones valen y pesan tanto en la UE, por ser los líderes de los dos países más poderosos del bloque, que cualquier sistema de transferencias para la reconstrucción económica europea no pasará sin la aprobación de Berlín y París. 

El presidente del Gobierno español ha defendido un “reparto equilibrado” entre transferencias y créditos, es decir, que Bruselas otorgue subsidios y préstamos en un flujo mixto de capitales que le permitan a la UE recuperar liquidez para crear así nuevas reservas de capital que permitan la extensión de los presupuestos y la manutención de la estabilidad del euro durante el período más recesivo de la curva negativa de la economía antes de la recuperación mientras la pandemia persista y exista. 

Sánchez también ha abogado por que se genere un “horizonte de temporalidad” para la que la gestión de esos recursos “sea lo suficientemente amplia para servir a la transformación económica y tecnológica a la que se han comprometido los Estados miembros”. Es decir, el líder español propone una nueva era económica en la cual los países europeos cambien sus paradigmas de desarrollo, crecimiento económico y expansión de los mercados laborales y sistemas socioeconómicos en sus poblaciones. 

“Julio tiene que ser el mes del acuerdo europeo que dé una respuesta conjunta por parte de todas las instituciones y países”, ha dicho el jefe del Ejecutivo español, mientras que el primer ministro portugués Costa ha considerado “esencial lograr el consenso este mismo mes”. @mundiario


 

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