Sálvese quien pueda en el socialismo gallego

Cubos del PSdeG - PSOE.
Cubos del PSdeG - PSOE.

Ocho años de conflictos internos han dejado al PSOE gallego fracturado y debilitado. Las luchas intestinas han terminado pero sus consecuencias persisten en forma de desconfianza mutua y sobre todo de inacción.

Sálvese quien pueda en el socialismo gallego

Estimado Director: El socialismo gallego acaba de emitir dos mensajes relevantes. De una parte ha reconocido que  las elecciones autonómicas las considera perdidas dos años antes de que se disputen. Sólo así se explica que  haya forzado la designación del candidato a las elecciones autonómicas, sin debate ni votación, con 18 meses de adelanto sobre la fecha prevista. El silencio que ha acompañado a ese golpe de mano por parte de todos sus potenciales rivales,  indica que nadie en la organización está interesado en disputar el dudoso honor de cargar con una derrota rotunda. El aparato organizativo ha resuelto su propia continuidad al precio de declarar urbi et orbi que no confía en el apoyo electoral.

En lugar de liderar una ola de recuperación electoral y de alternativa global, se reconoce, segundo mensaje, que ante las elecciones municipales en las ciudades no hay opciones de gobierno por lo que conviene blindar previamente la propia posición para no responder de los resultados.

Las elecciones locales quedan planteadas para el PSOE gallego como un conjunto de batallas locales de las que la dirección gallega se distancia. La misma estrategia que adoptó hace cuatro años Gómez Besteiro, alejándose tanto del Parlamento como del liderazgo cotidiano efectivo.

El gesto exhibido por el máximo responsable del socialismo gallego, al forzar los procedimientos democráticos, deja en evidencia que ni tan siquiera confía en el proceso de primarias en las ciudades

En Galicia, si el PP pierde la mayoría, lo que hoy no es previsible, sería en beneficio de las Mareas, que en este momento son ya mayoritarias en la izquierda. El acuerdo de legislatura firmado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, avanza el mutuo apoyo de PSOE y Podemos en las elecciones municipales próximas, dejando así al PSOE gallego anclado y subordinado a las Mareas, que aún tienen capacidad de crecimiento global pues presentarán candidaturas en  más municipios que en los anteriores comicios.

Con la notoria excepción de Vigo, oasis electoral socialista, el resto de la organización parece solamente interesado en mantener las diputaciones provinciales, antes tan denostadas como hoy tan necesarias. Son plataforma de poder local, fuente de financiación y cantera de puestos de trabajo para los funcionarios de los partidos.

La reciente visita del ministro de Fomento a Galicia ha permitido comprobar el bajo nivel de demandas por parte de una organización con liderazgo débil. Se considera satisfecha con demandar que se cumplan los compromisos del anterior gobierno en materia ferroviaria. Galicia va camino de no tener mucha más presencia en la agenda del gobierno estatal para los próximos años.

Si como indican las encuestas, el próximo gobierno es una coalición PSOE - Podemos, además de ser un hecho inédito en el gobierno estatal, dejaría en manos de los podemitas las demandas gallegas. Lamentablemente, las Mareas no han presentado hasta ahora en Madrid ninguna iniciativa reseñable, demostrando un claro seguidismo del Podemos estatal.

Ocho años de conflictos internos han dejado al PSOE gallego fracturado y debilitado. Las luchas intestinas han terminado pero sus consecuencias persisten en forma de desconfianza mutua y sobre todo de inacción.

Los mensajes de esta semana son negativos al ratificar la falta de tensión o pulso político. Encadenarse a la propia silla cuando el barco naufraga no es nunca la mejor estrategia. Renunciar a liderar internamente buscando  consensos internos y externamente ofreciendo una alternativa más consistente que meros titulares periódicos, es dejar el campo libre al PP.

Las Mareas han crecido sobe la debilidad socialista y parece que así va a seguir siendo, con el beneplácito de quienes deberían evitarlo. @mundiario

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