Queda pendiente el homenaje a los republicanos españoles de La Nueve en París

Republicanos españoles en París.
Republicanos españoles en París.

Los republicanos que contribuyeron a liberar París el 24/05/1944 iban a ser homenajeados este 25/03/2015 por Felipe VI. Debido al accidente aéreo han sido suspendidos los actos programados.

Queda pendiente el homenaje a los republicanos españoles de La Nueve en París

Los republicanos que contribuyeron a liberar París el 24/05/1944 iban a ser homenajeados este 25/03/2015 por Felipe VI. Debido al accidente aéreo han sido suspendidos los actos programados.

Anne Hidalgo, la alcaldesa actual de París nacida en San Fernando (Cádiz, 1959), está haciendo mucho por la memoria histórica de los españoles que tuvieron que dejar España en 1939. A instancia suya, este 25 de marzo, con motivo de la visita de Estado de Felipe VI a la capital francesa, se iba a inaugurar una placa en el Ayuntamiento parisino en que quedaría constancia de que el jardín inmediato a su plaza pasaba a denominarse “Jardín de los Combatientes de la Nueve, liberadores españoles de la Villa de París el 25 de agosto de 1944”. Han pasado 70 años y medio desde que La Nueve, compañía de la División Leclerc integrada en gran parte por españoles exiliados de la Guerra Civil, lograra entrar en ese punto neurálgico de París. De aquel amplio grupo de 146 soldados sólo quedan dos supervivientes, uno de los cuales iba a participar como invitado en los principales actos que estaban programados para este homenaje. El otro está hospitalizado.

Es un buen momento para regocijarse con este reconocimiento, aunque de momento se haya truncado la celebración. En París, han tardado en admitir oficialmente la participación española en la liberación de la ciudad: las urgencias políticas del General De Gaulle, las sombras de la prolongada “Guerra fría” y el particular tránsito de nuestra última Transición han hecho que la particular odisea de los casi 3000 españoles que se alistaron en lo que acabaría llamándose División Leclerc, fuera tan poco conocida fuera del círculo de los más allegados, sus descendientes y cuantos se sentían interpelados por que las fotografías de los primeros vehículos que entraron aquel 24 de agosto de 1944 en la ciudad parisina llevaran rótulos de batallas significativas de la fratricida guerra española u otros alusivos a la “España cañí” o a “Don Quichotte”.

A lo largo de tanto tiempo transcurrido desde 1944, los protagonistas  de aquellos días parisinos –cada año más menguantes- y sus amigos pronto empezaron a organizar, por motivos de exilio, resistentes actos reivindicativos de su memoria. En el cementerio del Père Lachaise, por ejemplo, o ante el propio Hôtel de Ville, mientras los relatos oficiales de las jornadas liberadoras de agosto marginaban siempre, de manera consciente, la presencia española –y otras presencias extranjeras- en aquella guerra. Todavía el 22 de abril de 2013, cuando también por iniciativa de Hidalgo, se mudó el nombre de la céntrica plaza delantera a la fachada principal de ese edificio –muy próxima al jardín que ahora se llamará de los Combatientes-, para recordar el final nazi en la ciudad del Sena y llamarse Plaza de la liberación, sólo de forma encubierta se mencionó a estos republicanos españoles bajo un genérico “elementos avanzados”, al mando del capitán Dronne, quien, sin embargo, no se había olvidado nunca de ellos. En estos últimos años, sin embargo, cuando algunos supervivientes han vuelto a esta misma plaza para homenajear a sus amigos, sus nombres y banderas han ondeado al lado de las francesas y sus autoridades. Además, el recorrido que en el París ocupado por los nazis hizo aquella columna de españoles, desde la Puerta de Italia hasta el propio Hotêle de Ville, está jalonado por doce medallones en bronce y mármol con el reconocimiento explícito: Aux Republicains Spagnoles, composante principal de la Colonne Dronne. Ya en agosto de 2004, el entonces alcalde de la ciudad, Bertrand Delanoe, y el Presidente del Senado español, Javier Rojo –acompañados de dos veteranos españoles integrantes de la Dronne-  habían inaugurado otra placa de homenaje a las orillas del Sena, cuando se cumplían 60 años de la gesta.

El periplo de estos hombres, empezó a ser más conocido desde hace ocho años. En 2007, Rafael Torres biografió a Amado Granell, el teniente oriundo de Burriana que comandó al grupo de españoles: en la primera fotografía que había publicado Liberation el 25 de agosto de 1944, aparecía en el Hôtel de Ville parisino al lado de Bidault, el Presidente del Comité Nacional de la Resistencia. En 2008,  Evelyn Mesquida, corresponsal de Tiempo, escribió la aventura de estos españoles de La Nueve como “liberadores de París”. Y en abril de 2014, la propia alcaldesa actual de París –descendiente de republicanos e hija de inmigrantes españoles- escribía un interesante prólogo a una novela gráfica que, editada el año anterior por Astiberri Ediciones, se traducía al francés como LA NUEVE, les républicains espagnoles qui ont libéré Paris. El guión y las viñetas eran de Paco Roca, que seguía la azarosa peripecia de los 20.000 exiliados desde Alicante a Argel. Hidalgo recordó entonces que: “no olvidamos nunca que había hombres cuyo país no había sido liberado y que no lo sería durante mucho tiempo”.

En España, queda mucho por recorrer. El pasado 20 de agosto me preguntaba, en este periódico, si sería mucho pedir que, “después de 70 años, las autoridades francesas que presidan el homenaje del próximo 24 de agosto en esa Explanade de la Liberation parisina, estuvieran acompañadas por personalidades españolas de similar rango institucional” al del Presidente Hollande, que había estado presente en algunas ocasiones últimas. Después de que el homenaje a su memoria hubiera sido incluido entre los actos de Felipe VI en su viaje de Estado a París, sólo cabe alegrarse por los dos supervivientes españoles de La Nueve, porque al fin parece que iba a ser reconocido –no sólo por los parisinos- su sacrificio en pos de los derechos y libertades democráticas: siete meses después de que en París se conmemorara el 70 aniversario de su liberación, la celebración que iba a tener lugar este 25 de marzo, alcanzaba un rango de singular relevancia. Independientemente de que se fije para más adelante el cumplimiento de lo proyectado en la agenda del Jefe de Estado español para el día 25, queda pendiente, en todo caso, similar gesto público dentro de España. No sólo en memoria de este puñado valeroso de republicanos de LA NUEVE, sino de cuantos -dentro y fuera- han sumado, durante todo este tiempo, represalia y olvido por esfuerzos similares no reconocidos  oficialmente.  Es hora de normalizar nuestra memoria y convivencia colectivas, empezando por los libros escolares de nuestros hijos. 

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