¿ ... qué hacía yo antes de tener móvil?

Personas con sus smartphones. / Pexels
Personas con sus smartphones. / Pexels
¿Te encuentras saturado del móvil pero ya no sabes qué hacer? En este artículo te damos 5 ideas para planes sin tu smartphone.
¿ ... qué hacía yo antes de tener móvil?

Suena el despertador, apagas la alarma y miras las notificaciones del smartphone. En una escala de prioridades encontramos antes las notificaciones de nuestro smartphone que ir al baño o desayunar. Si lo viésemos en un capítulo de Black Mirror nos parecería increíble.

Dedicamos más de 8 horas diarias a Internet. Este ente incorpóreo se ha convertido en un compañero de piso para nosotros. Sin embargo, a veces se necesita un respiro hasta del mejor compañero y, por eso, aquí tienes unos cuantos planes que puedes hacer para desintoxicarte de Internet:

1. Salir a dar un paseo

Además de ser una buena distracción, para mantener una vida saludable la OMS recomienda caminar como mínimo 10.000 pasos (una hora y media caminando). Pasear tratando de fijarnos en todas aquellas cosas en las que no reparamos normalmente puede ser un ejercicio interesante.

2. Cocinar un postre

¿A quién no le gusta un buen postre? No, no necesitas tanto tiempo, existen recetas muy sencillas: con una masa de hojaldre del supermercado y un poco de chocolate puedes conseguir dulces como croissants o napolitanas en menos de una hora.

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3. Leer un libro

¡Sácale polvo a los libros que están en tu lista de “pendientes”! Hoy puede ser un buen día para empezar a cambiar hábitos y pocos son igual de satisfactorios que la lectura.

Si no sabes qué leer, ¡échale un ojo a las recomendaciones de Manuel García Pérez en la sección OhMyBooks! del canal de YouTube de Mundiario!

4. Ir al cine solo

No digas no sin haberlo probado antes.

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5. Viajar

En la era de la información, un retiro espiritual a una casa en la montaña es un lujo. Sin embargo, no hace falta eso: una escapada sin móviles, sin WhatsApp, ni Twitter, ni Gmail, … y sin Google Maps. Aprovechando que les quitamos el polvo a los libros, deberíamos hacérselo a los mapas también.

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