¿Puede un cubano de Miami convertirse en líder de un grupo neofascista?

Los Chicos Orgullosos
Los Chicos Orgullosos, con Tarrío a la izquierda

Hoy mi amigo Obdulio me trae una pregunta que me ha dejado rascándome la cabeza. Por suerte él mismo me dio la respuesta. Aquí se las dejo. / Texto satírico de DosBufones.com. 

¿Puede un cubano de Miami convertirse en líder de un grupo neofascista?

Hay en los Estados Unidos una organización política de extrema derecha, exclusivamente masculina y de corte neofascista, que se hace llamar Proud Boys (algo así como los Chicos Orgullosos). Pues bien, el grupo ha ganado notoriedad en los últimos meses por convertirse en defensor del presidente Trump y todo lo que huela a trumpismo. Aunque huela mal, como casi todo lo que tiene que ver con el Don.

Bien hasta ahí, no sería ni la primera ni la última de esas organizaciones. Lo chistoso del caso es que (y con esto respondo a la pregunta que da título a este texto) el líder de los Proud Boys es un tal Enrique Tarrío, un cubanazo de Miami que se define como afrocubano y que a todas luces es, cuando menos, mulato. ¡Dime tú! Tan lógico como que el sol salga de noche, a los cerdos les broten alas y las ranas críen pelos.

Pero bueno, cosas veredes, ¿no? Entonces, sí, es posible que un cubano de Miami se erija en dirigente de un grupo fascistoide. Este país permite hasta desatinos de ese tipo. El problema es que, al parecer, al tal Tarrío no le queda mucho como líder de los orgullosísimos chicos.

Resulta que ha aparecido otro líder en el grupo, un tal Kyle Chapman, que ha comenzado a criticar duramente al tal Tarrío. Que si el cubano no es lo suficientemente duro con el enemigo. Que si la organización tiene que enfrentarse al “genocidio de la raza blanca” y los “errores del multiculturalismo”. Que si patatín, patatán. Hay una evidente lucha por el poder entre dos facciones en la que el tal Tarrío lleva todas las de perder.

“¿Por qué?”, os preguntaréis. Pues porque el tal Chapman es blanco y ha declarado que los negros no tienen cabida en los Proud Boys. Como tampoco los homosexuales, judíos y otros indeseables. Y, para remachar, el tipo afirma que “Occidente fue construido sólo por los blancos y no le debemos nada a ninguna otra raza”. Ni siquiera a los millones de negros que los blancos esclavizaron en América, ¿no es cierto Chapman?

En resumen, que el tal Tarrío quiso congraciarse con los neofascistas, pero el tiro le está saliendo por la culata.

En cualquier momento lo mandan a Luisiana a recoger algodón. @mundiario

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