Policías y paramilitares sandinistas han matado a 351 nicaragüenses

Daniel Ortega con Aminta Granera, jefa de facto de la Policía Nacional de Nicaragua.
Daniel Ortega con Aminta Granera, jefa de facto de la Policía Nacional de Nicaragua.

Los castrochavistas nicaragüenses también han golpeado a sacerdotes y obispos católicos que defienden a la población. El Papa peronista, el muy amigo de los Castro y Maduro, guarda un gran silencio cómplice sobre esta orgía de sangre.

Policías y paramilitares sandinistas han matado a 351 nicaragüenses

Cuba vive una dictadura socialista desde el lejano 1959, cuando los Castro instauraron una dinastía en el poder que entendió que su proyecto socialista tenía que expandirse a las Américas. En febrero de 1999, Hugo Chávez, aprendiz del dictador Fidel Castro, tomó el poder en Venezuela, instaurando otra vil dictadura socialista y asesina de su pueblo. ¡Ya cumplirán 20 años en el poder, el próximo año!

El castrochavismo conquistó la Argentina con los Kirchner, pero felizmente Macri les ganó; Brasil, con Lula y Dilma, a quien destituyeron por corrupta; Bolivia, que sigue con el narcodictador Morales; Perú, con Humala hasta el 2016; Ecuador, con el sátrapa y hoy prófugo Correa, y Nicaragua, con el sátrapa Daniel Ortega y su esposa, la hoy vicepresidenta, Rosario Murillo. ¿Ya ven el parecido con la dictadura de los Castro? ¡Sí, todo queda en familia!

Un breve recordar de la historia es que Daniel Ortega, en el lejano año 1979, derrocó al dictador Anastasio Somoza, poniendo fin a la dictadura de los Somoza. ¡Terrible dictadura! ¿Verdad? Ortega retuvo el poder hasta el año 1990, donde la viuda del periodista Chamorro le ganó la elección y el sátrapa socialista tuvo que aceptar la derrota por la presión de las democracias occidentales, pero Danielito quería más poder y en La Habana le dieron la orden de que recuperase el poder como fuese porque la “derecha es tóxica en Managua más no el socialismo castrochavista.”

El 10 de enero del 2007, Ortega vuelve a ceñirse la banda presidencial y, desde ese momento, construye otra dictadura socialista en las Américas. Viene la reelección indefinida, cierre de la prensa opositora, asesinato y hostigamiento a periodistas, la ilegalización de los partidos políticos de Oposición y la orgía de sangre de estudiantes universitarios y de la población civil, vieja práctica enseñada por los Castro y un tal argentino Guevara. ¡Sí, él que mataba a los homosexuales en los gulags castristas y ahora es símbolo de la sodomía universal!

Desde el 18 de abril del 2018 se iniciaron sendas protestas en Nicaragua, obviamente en contra de la dictadura socialista. Tanto la policía como los paramilitares sandinistas han matado a 351 nicaragüenses. Los castrochavistas nicaragüenses han golpeado a sacerdotes y obispos católicos que defienden a la población. ¿Verdad, dónde están los evangélicos, luteranos y demás cristianos no católicos? ¿En los ministerios castrochavistas de Managua? ¿No me van a decir que no los hay en Nicaragua?

El Papa peronista, el muy amigo de los Castro y Maduro, guarda un gran silencio cómplice sobre esta orgía de sangre. ¿Creerá que estos sandinistas tienen el derecho a matar a la gente?

¿Saben, cómo se llama el asesinato perpetrado por este tipo de socialistas? Sencillamente “revolución” y toda la gran prensa internacional, como The New York Times, The Washington Post y CNN no dicen nada, ni que decir la prensa piji progre peruana que vive obsesionada con Alan García / APRA y los Fujimori, sobre la vil represión del dictador Ortega y su encantadora vice todo Rosario Murillo.

Ya me imagino que en lugar de Ortega fuera un Somoza o un Francisco Franco, todo el universo gritaría en contra de la represión, desde el Papa peronista hasta los pijis progres periodistas peruanos. ¿No?, pero como Ortega es socialista está bien, claro para toda la progresía mundial, que él, con su esposa, manden a matar a la población civil.

¡Es encantador ver a Daniel Ortega transformarse en un Somoza socialista del siglo XXI! ¡Qué buen discípulo de los Castro es este Danielito, el carnicero de Managua!

Las potencias occidentales le deben cerrar el caño económico a este sátrapa, embarcar sus cuentas y activos en paraísos financieros y no reconocer como legítimo a su gobierno.

Los países miembros de la Cumbre de Lima deben retirar sus embajadores de Managua y en la Internacional Socialista, conclave socialdemócrata donde es miembro el Frente Sandinista de Liberación Nacional; partido de Ortega, se les debe expulsar por esta terrible orgía de sangre. El Partido Aprista Peruano, partido fundado por el hombre más lúcido de la historia republicana, Víctor Raúl Haya de la Torre, debe pedir la expulsión del Frente Sandinista. Yo no compartiría asiento con viles asesinos.

No permitamos que esta orgía de sangre socialista quede impune y luchemos, desde nuestras trincheras, para que caigan todas las dictaduras. @mundiario

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