¿Podrá sobrevivir el Barça a la era post Messi?
El Barcelona emitió un comunicado a través de sus medios institucionales, para ofrecer información acerca del parte médico vinculado con las molestias físicas que obligaron a Lionel Messi, a abandonar el juego el pasado martes ante el Villarreal. El diez blaugrana sufre "una elongación en el abductor de la pierna izquierda" que lo dejará fuera, casi con toda seguridad, del encuentro de la séptima jornada de LaLiga ante el Getafe.
La marcha del equipo no es la mejor y tampoco ha sido excelso el juego mostrado cuando los resultados han acompañado. Ante el Osasuna se salvaron por los pelos y en Champions League, Ter Stegen fue el más brillante entre sus compañeros, algo que denota que el futbol que practican los de Ernesto Valverde no ha sido ni de asomo el mejor de los últimos años.
Todo esto ha coincidido con la baja de Messi, que ha estado entre algodones desde que llegó de sus vacaciones de verano luego de disputar la Copa América de Brasil.
Nadie duda de la calidad de los futbolistas que componen la primera plantilla barcelonista, pero lo que si es evidente es que el juego blaugrana baja muchísimos enteros sin su primer capitán y sólo las apariciones de Ansu Fati han salvado los muebles. No hay que ir muy lejos en el tiempo, porque eso fue lo que ocurrió exactamente ante el subamarino amarillo en el Camp Nou.Con estas dudas que cada vez toman más forma cabe preguntarse: ¿Qué sucederá cuando Lionel Messi se retire o se marche del Barça?
La respuesta es imprevisible. Messi no es un futbolista cualquiera, se trata del mejor jugador de larga y centenaria historia del Barcelona. Sus ausencias generan un impacto negativo por la dependencia que hay sobre su figura.
Messi es el líder, el que abre los partidos, el que da asistencias mágicas, el que define en los momentos apremiantes y sencillamente es cara y cruz. Cara porque su sola presencia condiciona a sus rivales, sus habilidades crean el pánico en las defensas y horror entre los porteros. Cruz porque esa dependencia puede convertirse en un callejón sin salida porque claramente, no habrá otro Messi, quizás alguien superior, algo poco probable, pero nunca el mismoy cuando el argentino ya no esté llorarán los técnicos, jugadores, fanáticos y directivos del Barcelona.
El lamento es porque no hay forma de remediar semejante ausencia, pero desde el Camp Nou deberían comenzar a verse en el espejo de su rival que vio cómo la salida de Cristiano Ronaldo se convirtió en un enorme acertijo, que todavía no tiene respuesta certera. Ni un grandísimo futbolista como lo es Eden Hazard podrá llenar el hueco dejado por el portugués. Eso, tal cual pasa en la Ciudad Condal, ni Griezmann, ni Ansu Fati ni las estrellas que estén por venir podrán suplir el talento futbolístico de Messi. @mundiario
